El fiscal Facundo Barbosa indicó que todavía no tomó declaración al imputado. Sobre el pastor evangélico -que los miembros de este culto en Santa Elena no reconocen como tal- pesan dos nuevas denuncias, dado que el detenido ya fue juzgado por un primer hecho, en el que resultó absuelto en 2013.
«El delito por el que se lo acusa es estupro agravado. El estupro es un abuso sexual que se concreta en relación a personas de determinada edad, concretamente entre los 13 y los 16 años, cuando existe alguna relación de preeminencia en relación a la víctima, algún aprovechamiento de la inexperiencia sexual de la víctima y ese tipo de cosas. En ese caso la relación de preeminencia se cae de madura por su condición de pastor, lo cual a su vez se agrava justamente por tratarse de un ministro de un culto, como contempla el Código Penal», señaló el fiscal.
Acerca del caso del adolescente de 15 años, Barbosa manifestó: «Todavía no me consta puntualmente qué tipo de discapacidad tiene. El hecho de que la víctima tenga alguna discapacidad, en principio no constituiría un agravante, pero hay que ver de qué tipo es». «Esta condición puede aumentar la pena que se le pida. Las condiciones de la víctima y las características del hecho siempre llevan a empujar la pena un poquito más arriba en un caso de discapacidad», sostuvo.
Además, «hay otra denuncia sobre esta misma persona que se hizo el día de ayer», contó el funcionario judicial. Y añadió: «La idea es empezar a chequear si se trata de una conducta repetitiva y si hay más víctimas. Ojalá que no», acotó.
La causa anterior
El detenido fue absuelto por la Justicia entrerriana en 2013, por un caso similar: en 2011, su sobrino, también de Santa Elena, denunció que el pastor evangélico lo había abusado cuando era un niño de 11 años. Según la denuncia, el religioso se había aprovechado de su situación de vulnerabilidad ya que acababa de morir su madre, la prima hermana del pastor, para cometer el aberrante hecho.