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Un análisis realizado con datos de organismos internacionales sobre el Pacífico muestra una tendencia clara: la posibilidad de un 77% de un evento “Niña” para el mes de octubre.

 

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El consultor Alfredo Elorraiga advierte que incluso podría ser de fuerte impacto.

Desde la Bolsa de Comercio de Rosario encendieron las alarmas con esta noticia. Las proyecciones de un nuevo fenómeno Niña hacia fines de año ya está latente según los modelos de proyecciones climáticos globales.

“Con los datos actualizados a principios de marzo, la información es preocupante. Primero, la probabilidad de Niña versus la probabilidad de neutralidad es de un 77% vs 20% cuando tres meses atrás era de 52% vs 28%. Segundo, la evolución proyectada de la anomalía de la temperatura (superficial del mar) ha mostrado en los últimos tres meses una congruencia en el sentido de evolución de este fenómeno”, adelantaron desde la BCR.

Desde la entidad señalan que cada mes, los modelos han calculado un mayor grado de intensidad de enfriamiento. “La más reciente proyección para octubre es -1,56, valor que es indicador de una Niña de intensidad fuerte. Para encontrar un enfriamiento semejante hay que retroceder a fines del año 2007 y principios del 2008 cuando se registraron valores de -1,5 y -1,6. Otro caso es el ocurrido a finales de 1999 y principios del 2000, cuando la anomalía fue de -1,7”.

“Para entender lo que puede suceder, deben destacarse 3 puntos estratégicos sobre la previsión que ya se conoce sobre el comportamiento del Pacífico para octubre de 2024”, destaca el reporte de la Bolsa.

Los modelos dinámicos y estáticos más reconocidos (26 en total) coinciden en un importante enfriamiento en octubre. La publicación de datos más reciente de la NOAA y el CPC de finales de febrero 2024 consolida aún más la tendencia mostrada por el seguimiento de los indicadores de escala global desde finales del 2023.

Los organismos internacionales de referencia (NOAA, CPC, ECMWF, etc.) proyectan una probabilidad muy cierta de una “Niña” en octubre. En términos probabilísticos esto es: 77% de ocurrencia de “Niña”, 20% de neutro (y 3% de “Niño”). A finales de diciembre la probabilidad de Niña era del 52%.

En el caso de los forzantes del Pacífico, los pronósticos tienen mayor certidumbre cuando se hacen entre junio y septiembre que cuando se hacen entre febrero y mayo. Aun así, la tendencia sostenida que han mostrado los resultados durante los últimos tres meses aumenta considerablemente la confiabilidad de las conclusiones.

¿Puede cambiar esta tendencia?

La respuesta del consultor Elorriaga es la siguiente: “en el 2023 hemos visto varios cambios en la intensidad del fenómeno Niño, que hemos ido publicando mes a mes. No se pueden descartar cambios; de hecho, hablamos de probabilidades. Pero sí es cierto que en el seguimiento que venimos haciendo en los últimos 7 años notamos que se produjeron cambios de intensidades, pero no hemos visto que una tendencia se revierta completamente”.

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