Con diferentes modalidades pero el mismo propósito: acompañar a la niñez hasenkampense.
El pasado 22 de marzo se cumplieron 23 años desde que abrió sus puertas el Centro de Desarrollo para la niñez Belén.
En el año 1998, se reunió un grupo de vecinos con el objetivo de ayudar a los niños que salían a pedir alimentos en casas particulares y comercios. Después de varias reuniones, se solicitó asesoramiento al en ese entonces Consejo Provincial del Menor de Entre Ríos. Cada reunión se sumaba más gente con la misma inquietud y hasta el intendente de turno asistía a las reuniones.
Así surgió la idea de crear un “Hogar Diurno”, que se encargara de darles a los niños un lugar seguro, de contención, donde sus necesidades básicas estuviesen cubiertas. Este sueño se concretó el 22 de marzo de 1999, cuando abrió sus puertas, en el edificio del Centro Comunitario Municipal, el “Hogar de día Belén”, (nombre que lleva por el lugar donde nació Jesús, como símbolo de protección y esperanza).
En el año 2006, basándose en la Ley Nacional 26.061 (Ley de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes), los “Hogares diurnos”, pasaron a ser “Centros de desarrollo para la niñez”, los cuales son abiertos a la comunidad y tienen la función de lograr la integración social y de acompañar a los niños y sus familias tratando de fortalecer el vínculo entre los mismos, sin quitar la responsabilidad y el derecho que tienen de garantizarles bienestar a sus hijos.
En abril de ese mismo año, el “Centro de Desarrollo para la Niñez Belén”, inauguró su edificio propio en la esquina de calles Mendoza y 3 de Febrero), y comenzó a trabajar con la nueva modalidad.
Los niños asisten al centro a contra turno de la escuela. Ahora son los padres quienes deben buscarlos de la escuela, de los talleres, asistir a las reuniones, llevarlos a los controles médicos, etc. El Centro acompaña a los padres durante el proceso, pero no los reemplaza. Instalar este cambio llevó tiempo, y paciencia, pero se logró exitosamente.
El paso del tiempo
Con el transcurso de los años ha ido cambiando su modalidad, pero desde entonces y hasta la actualidad ha sido un pilar fundamental para la sociedad, ya que su función es la de asistir a los niños, las niñas y sus familias, trabajando en red con las demás instituciones para optimizar los recursos, todos con el mismo objetivo.
En la actualidad hay un cupo limitado de 80 niño/as, de 6 a 12 años de edad, los cuales en su mayoría provienen de familias con bajos recursos económicos. Se aclara “en su mayoría”, ya que en el afán de buscar la integración, las puertas están abiertas a la sociedad, sin importar su situación económica, pero sí teniendo preferencia, a la hora de completar el cupo existente, a los niños que más lo necesitan.
Con este cupo se logra brindar a los niño/as calidad en su atención y un seguimiento personalizado en cada caso.
“Aquí reciben apoyo escolar, actividades recreativas, desayuno, merienda, y lo más importante, que es la contención y el acompañamiento que ellos necesitan. Cuentan con becas a disposición en las entidades deportivas, Club Juventud Sarmiento y club Atlético Hasenkamp, como así también pueden asistir de forma gratuita a los distintos talleres que se dictan en la Escuela de Artes y Oficios de la Municipalidad de Hasenkamp, logrando así, un gran abanico donde los niño/as pueden desarrollarse en las aéreas que sean de su agrado” explicó la directora del Centro Analía Chincuini.
Empatía
La institución cuenta con personal idóneo para realizar cada una de las actividades, pero sobre todo son seres humanos dedicados, donde lo que abunda es la empatía y la lucha por los derechos de los niños y las niñas, acompañando en lo que sea necesario para garantizar el cumplimiento de sus derechos; a recibir contención, a recibir educación adaptada a cada uno de ellos, a practicar diferentes actividades deportivas, a tener acceso a tecnología, a tener derecho a jugar, a que puedan expresarse libremente, a no ser discriminados, teniendo como objetivo final que se cumplan cada uno de los derechos que se protegen y promocionan desde la entidad.
El Centro es solventado, casi en su totalidad, por la Municipalidad de Hasenkamp, y recibe un aporte mensual del COPNAF para colaborar con su funcionamiento. Además cuenta con un grupo de colaboradores, integrado por ciudadanos de Hasenkamp, quienes organizan ventas de rifas, comidas, etc., para colaborar con compra de elementos específicos, por ejemplo, zapatillas, ropa, o cualquier otra necesidad que surja.
“El pasado, jueves 7 de abril se hizo la reunión de colaboradores, donde se sumaron nuevos miembros. Pero las puertas están abiertas a todo/as los que quieran acercarse y ser parte de esta hermosa familia del Centro de Desarrollo para la niñez de Hasenkamp”, aclaró Chinchuini.
Colaboradores
Quedó conformado de la siguiente manera el Grupo de Colaboradores del Centro de Desarrollo para la niñez Belén: Silvia Gómez, Hugo Jacob, Estela Zaragoza, Alejandro Cangeri, María Laura Carlassare, Claudia González y Guadalupe Alvez.
Ellos colaboran silenciosamente durante todo el año para ayudar a los niños que asisten al Centro. Todavía se pueden sumar aquellos que desean, comunicándose con Analía Cinquini al 3436231418.