Lisandro Tablada tiene 15 años y es dirigido por Pablo Aimar. Nació futbolísticamente en Atlético Hasenkamp y desde hace casi un año que se encuentra jugando en las inferiores de Unión de Santa Fe.
Lisandro Tablada, nacido en Hasenkamp el 16 de Julio de 2002 es otro de los jugadores de fútbol de Entre Ríos que sólo con 15 años ya tiene la posibilidad de estar en las inferiores de un equipo de Primera División como Unión de Santa Fe.
Durante sus vacaciones en la ciudad vecina, el joven contó a Uno que desde los cuatro años juega al fútbol y llegó a estar convocado en julio de éste año a la Preselección Argentina Sub 15 al mando de Diego Placente y Pablo Aimar.
El jugador de la octava división del Tatengue contó cómo llegó a ser convocado para jugar en el club santafesino mientras pertenecía a Atlético Hasenkamp. «En enero me llamó el ex coordinador del club, le preguntaron a mi mamá si podía hacer la pretemporada a prueba en Unión, la hice y quedé».
«Me encontré con algo muy diferente al Paraná Campaña. Entreno todos los días de la semana al rededor de cuatro horas, sábado y domingo jugamos; en Hasenkamp eran tres días de práctica. Acá hay más compromiso y seriedad por la magnitud del club, mucho sacrificio porque son más horas de entrenamiento, a veces incluso tenemos doble turno así que es bastante tiempo más. Es algo increíble para mí que me gustan mucho las prácticas, lo futbolístico, táctico, físico, mental; he aprendido mucho de eso y me está yendo muy bien gracias a Dios», comentó sobre los cambios que notó en relación a la exigencia del equipo.
También sobre estas modificaciones que le produjo en su vida el irse a vivir solo a Santa Fe para cumplir su sueño de dedicarse al fútbol, Licha explicó a Uno: «Al principio me costó un poco el cambio. Levantarme, lavarme la ropa, tener que limpiar la pieza, tender la cama, todo solo que, en mi casa lo hacía pero con mucho más tiempo o me lo hacían mis papás. Ahora tengo cierto horario para levantarme, tengo que desayunar a horario… es como nos dicen siempre: ‘vivimos y somos profesionales pero sin sueldo’. Igual, de a poco me fui acostumbrando y ahora ya estoy adaptado».
El centrodelantero se encuentra viviendo en la «Casa del Jugador» que es la pensión del club y está ubicada debajo de una de las plateas del Estadio 15 de Abril. El ex jugador del León contó que entrena de 14.30 a 18 y media hora después va a la escuela, ubicada a diez cuadras, hasta las 23 para poder continuar con sus estudios que, además, se los exige el club con buenas calificaciones para no ser relegado en la parte futbolística.
Por otra parte, el hasenkampense hizo referencia a aquel momento en que recibió la noticia de que estaba convocado para la Preselección Nacional: «Un amigo de la pensión me dio la noticia, me dijo que él lo había visto en una página de la Selección, después sí me lo confirmó el cocinero de la pensión, la verdad que fue un momento muy lindo e increíble aunque lamentablemente no quedé. Pero, entrenar con la camiseta de la Selección, que me dé indicaciones Pablo Aimar fue algo muy lindo, entrenamos en Ezeiza. Hubo dos compañeros del club también, Mateo Manzi y Juan Nardoni. Pablo (Aimar) nos daba consejos o nos corregía a todos», y agregó: «Ni bien me enteré los llamé a mis papás, estaban muy contentos; fue una alegría muy grande y recibí mucho apoyo de su parte».
El futbolista que fue premiado hace un año en la Fiesta del Deporte realizada en su ciudad natal como el «Mejor Deportista del Año» habló también sobre sus objetivos en el fútbol. «Mi objetivo en un futuro es ser jugador profesional pero por el momento quiero disfrutar todo esto por lo que estoy pasando».