Vecinos de Colonia Ensayo denunciaron que intentaron fumigar utilizando un cóctel no apto para embarazadas y sin respetar las distancias.
No es la primera vez que los habitantes del barrio Tierra Alta, en Colonia Ensayo –departamento Diamante–, quedan expuestos a un serio riesgo debido a las fumigaciones que se realizan en campos lindantes, pese a que hay legislación que los protege. Llevan años tratando de que las normas se cumplan, ya que están en juego su salud y su calidad de vida.
En esta oportunidad, advirtieron que un ingeniero agrónomo había presentado una fórmula compuesta por Glifosato, 2.4D, Picloram, Cletodim, Piroxasulfone y Clorsulfurón para fumigar tres lotes agrícolas el viernes 7 y sábado 8 de junio, siendo una fórmula con alto grado de toxicidad que no es apta para embarazadas, sin prever un plan de evacuación.
Los vecinos se enteraron gracias a que rige un amparo que lograron tiempo atrás, a partir del cual la Justicia estableció que con 48 horas de anticipación se los debe informar sobre las recetas a utilizarse, y el lugar y el momento en que se planifica hacer las aplicaciones con pesticidas en los campos.
Esta comunicación se realiza a través de un grupo de WhatsApp al que denominaron “Aviso de Fumigaciones de Colonia Ensayo”. De este modo, advirtieron no sólo la peligrosidad de las sustancias con que se pensaba fumigar, sino el incumplimiento de las distancias mínimas de las viviendas que se deben respetar para hacerlo, con el agravante de que se iba a infringir la distancia mínima de protección a escuelas rurales, afectando a la escuela Primaria Nº 16 El Tambor de Tacuarí, situada en el acceso al Hospital Fidanza.
Controles al fumigar
Ante esta situación, Ximena Rosso, presidenta de la vecinal Loteo Tierra Alta, explicó a UNO: “Los ingenieros agrónomos van compartiendo las recetas para que las hagamos controlar y para que se respeten las distancias en las que hacen las aplicaciones. Esta llegó tardísimo, avisando que iban a fumigar, pasadas las 48 horas, en inmediaciones de la escuelita rural. La controlo, porque veo el plano y en esa distancia no podía ser que haya 600 metros. En el protocolo de escuelas rurales son 100 metros de restricción total, donde no se puede aplicar nada alrededor del establecimiento. Y al perímetro de esos 100 metros hay otros 500 metros más, que les llama ´zona de amortiguamiento´, donde no se pueden aplicar pesticidas ni clase 2 ni clase 1, que son las más peligrosas”.
“Se notaba en el plano a simple vista que esto no se cumplía, que estaba muy cerca, así que medimos y resulta que estaba a 260 metros. Pero el ingeniero decía y aclaraba en la nota que presentó en la comisaría, y que tiene carácter de declaración jurada, que estaba por fuera del perímetro y no se debían tener los cuidados del protocolo”, advirtió.
Acto seguido, lamentó: “Nosotros creemos que eso fue tendencioso, que brindó información falsa en una nota que tiene carácter de declaración jurada para poder hacer lo que no podía hacer”.