El empresario crespense Germán Wagner comentó que atraviesan un momento difícil debido a que «hay cupos de venta y de entrega de combustibles y se corta la cadena de pago porque no entra dinero». Shell de Crespo fue la primera empresa que sintió los efectos del desabastecimiento incluso han tenido que pasar dos o tres días sin poder vender combustible
Germán Wagner, propietario de Shell Crespo habló con SOLNoticias sobre la falta de combustible en las estaciones de servicio.
Wagner se refirió a la crisis del sector. Dijo que las estaciones de servicio se encuentran atravesando un difícil momento ya que las petroleras imponen un cupo de venta y un cupo de entrega, «no podemos vender menos que lo que veníamos vendiendo, no podemos hacer milagros, porque se le termina a uno, se le termina al otro. No podemos negarle el combustible a la gente, vendemos hasta lo último que queda, se corta la cadena de pago porque no está entrando dinero, tenemos que pagar las cosas, está bastante complicado el tema».
El entrevistado comentó también que éste problema no es nuevo, sino que viene desde hace unos meses, «nosotros estamos viniendo con problemas de provisión de combustibles desde hace tres meses. No se notaba porque Shell fue la primera que empezó con problemas, ahora que están todos se nota un poco más, se terminan en un día y medio un camión de combustible que normalmente tendría que durar tres días».
Ante la pregunta de si aceptan llenar los tanques de los clientes pese a la falta de combustible dijo que «por una política mía, cargamos diez mil litros, descargamos diez mil litros, vendemos diez mil litros, y llenamos los tanques, lo único que no hacemos venderle en bidones a mucha gente que se quiere abusar, así no le vendemos, pero llenamos el tanque, no ponemos cupo, si se termina, se termina».
Con respecto a las causas de la crisis consideró que hay muchos factores, «todos los combustibles y lubricantes, insumos de la industria, llevan componentes importados, no se fabrican en el país, no pueden terminar de fabricar las cosas porque le falta producto, porque no les autorizan la venta de dólares MEP, y al no tener dólares para poder comprar los productos no pueden importarlos, los que te los venden afuera si no se los pagan no los venden y si la balanza de pago no funciona y no hay dinero no le entregan los dólares, estamos muy complicados», dijo. También contó que «en mi caso tuve que inscribirme como importador para poder pagar una cuenta para comprar un insumo que hasta hace dos o tres meses se compraba en pesos y tuve que anotarme, hacer un curso por correspondencia masomenos para que me habiliten una compra semanal de dólares para poder pagar una cuenta».
El empresario lamentó que «para el que quiere trabajar está todo trabado, el que quiere comprar insumos, no solamente mi rubro, en el rubro salud hay un montón de insumos importados . La plata la tenemos pero nuestro dinero no nos sirve».
Al respecto de las expectativas que tiene de cara a las próximas elecciones y el cambio de gobierno opinó que «esto no puede mejorar, lo veo de negro a oscuro. La macroeconomia no puede mejorar en quince días, ésto demora en mejorar, porque uno no produce algo de un día para el otro. Nuestros gobernantes siempre tienen una nueva forma de crear situaciones difíciles, nunca se repite lo mismo, pero tenemos que adaptarnos así como nos adaptamos a usar la computadora, así nos adaptamos a lo que nos van imponiendo».
También dijo que en éste contexto las grandes empresas siguen creciendo «porque son los dueños de la pelota», pero los chicas y medianas empresas van a tender a desaparecer, «el que tiene diez o veinte camiones puede seguir produciendo, pero el que tiene uno va a desaparecer porque los costos de trabajo son más caros que lo que se produce».
Agregó también que aunque les toca lidiar con el mal humor de la gente frente a los aumentos de precios, ellos no son quienes deciden el costo de los combustibles, «a nosotros nos mandan un mail a las doce de la noche y no dicen el precio con que tenemos que arrancar al otro día y últimamente nosotros tenemos la gran suerte de que nos encuentren con los tanques vacíos y cuando vos cargas ya estás cargando con un precio nuevo, lo que vendiste lo cobraste a un precio menor, tuviste que pagar, tenés que poner de nuevo dinero, tenés que pagar intereses porque el dinero no es barato tampoco, está complicada la situación»
Luego dijo que las consecuencias de la crisis no tienen la misma magnitud en todas las estaciones, «no es lo mismo una estación que te vende 1 millón de litros que una de 200 mil litros por mes, nosotros llegábamos a vender 500 mil litros y ahora nos entregan cerca de 300 mil. Se te achican las utilidades, los gastos fijos son iguales o mayores, te desfinanciás, vas teniendo problemas con los pagos y pasa como en cualquier empresa, si gastas más de lo que te está entrando va a llegar un momento que tenés que cerrar».
Al respecto sobre lo ocurrido éste fin de semana comentó que el combustible se terminó todo, sin embargo aclaró que no es la primera vez en el mes que su estación de servicio se queda sin combustible, «es la tercera vez que estamos sin combustible dos o tres días. Con suerte me van a entregar el último camión que me queda por éste mes mañana». También detalló que cada estación de servicio tiene su cupo, «yo tengo la ventaja de tener el camión propio, y por ejemplo a las 18hs me llega la autorización para cargar el camión que está pedido desde el viernes. Automáticamente el camión sale a Buenos Aires, llega a las 2 am a Buenos Aires, carga el camión y llega acá a la mañana, porque sino tengo que mandar que me manden y eso demora mucho más».
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