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El Presidente de la Nación y los mandatarios provinciales tratarán de acordar una amplia reforma tributaria

El presidente, Mauricio Macri, se refirió además a la búsqueda con los gobernadores de todo el país, de un acuerdo para lograr un nuevo consenso fiscal. «En la última elección, los argentinos dimos un gran paso: confirmamos nuestra decisión de cambiar. Decidimos profundizar la transformación que empezamos juntos hace casi dos años, y ahora, para traducir esta voluntad en hechos, es necesario establecer objetivos comunes y trabajar en equipo, más allá de las diferencias», señaló en uno de los primeros párrafos de una columna publicada ayer en un diario de Córdoba
Luego consideró: «El desafío es demasiado grande como para enredarnos en peleas o discusiones estériles sobre los fracasos del pasado», y apostó a la consolidación de «una Argentina justa e integrada, en la que cada uno pueda elegir su proyecto de vida».
Por eso, el Presidente llamó a la unidad de todos los sectores y expresó que el actual «es el momento de ir para adelante más juntos que nunca. Somos la generación que está cambiando la Argentina para siempre, no me canso de repetirlo, y recorrimos un largo camino para llegar a este punto».
«Maduramos, entendimos que todos los problemas tienen solución y que esa solución depende de nosotros. Aprendimos que reformar es sinónimo de crecer, de evolucionar. Y empezamos a decirnos la verdad, a construir confianza, a rechazar todo tipo de violencia y a dialogar buscando los consensos para seguir avanzando», continuó.
Macri aclaró: «Todo esto lo hacemos con el objetivo de reducir la pobreza, que es la principal meta por la que pedí que se evalúe mi gobierno. Para avanzar en ese camino, es fundamental centrarnos en tres ejes básicos».
«El primero es el equilibrio fiscal: desterrar la inflación, lograr un gasto público equilibrado y bajar los impuestos. El segundo es crear reglas claras para que crezca el empleo privado, formal y de calidad, la condición fundamental para lograr una Argentina con oportunidades para todos», agregó. Y al respecto dijo que el tercer eje es «fortalecer la República: mejorar la calidad institucional poniendo al Estado al servicio de la gente y no al servicio de la política».
«Ordenar las cuentas públicas es fundamental, porque hoy se gasta más de lo que se recauda, en todos los niveles del Estado. Por eso tenemos que reducir la presión impositiva y diseñar un sistema equitativo y sustentable, con una relación más clara y cooperativa entre la Nación y las provincias», afirmó.
«La única manera de encontrar las soluciones que necesitamos es si todos los actores participan de la conversación, y el encuentro que tuvimos el jueves fue un muy buen primer paso», añadió. Sobre ese encuentro con los líderes provinciales, Macri dijo: «Juntos repasamos, línea por línea, la propuesta de reforma tributaria que presentamos para lograr una propuesta que integre todas las voces e intereses antes de presentarla al Congreso».
«Nos vamos a volver a sentar alrededor de una mesa, como lo hicimos desde el inicio de la gestión, para seguir avanzando. Con honestidad y rigor técnico, sin perjudicar a nadie pero convencidos de que hay cosas que se tienen que resolver», expresó.
Quieren que los gobernadores apoyen la reforma laboral
En un contexto de rumores y trascendidos, se supo durante el fin de semana que varios gobernadores no creen que el jueves se pueda sellar el acuerdo fiscal. Entre los elementos que generaron desconcierto en los jefes provinciales tras la reunión del jueves con Macri, se contó que se enteraron por los diarios de que el gobierno de María Eugenia Vidal recibiría 45.000 millones de pesos en 2018 y 60.000 o más en 2019, lo que no se había dicho en el encuentro.
El apuro no les sienta bien a los gobernadores, mientras que en el gobierno nacional refuerzan el optimismo y pretenden incluso que los mandatarios provinciales se comprometan públicamente con los cambios previsionales; ya que, de lo contrario, su aprobación será más ardua en el Congreso a la luz del acuerdo que no alcanza el Ministerio de Trabajo y los gremios de la CGT.
La central obrera mantiene sintonía fina con el jefe del bloque de senadores del PJ, Miguel Pichetto, quien aseguró que sin el consenso de la CGT no habrá reforma laboral posible.
En el proyecto oficial hay 14 puntos que la CGT rechaza. Entre ellos la intención de reducir el cálculo para el pago de las indemnizaciones; la modificación del artículo 4 de la ley de Contrato de Trabajo, para establecer un «valor social compartido» e igualar los derechos y las obligaciones del empleador y del empleado; o la creación de la figura del «trabajador autónomo económicamente dependiente».
En ese sentido, el diputado nacional Ricardo Alfonsín (UCR) opinó ayer que «a priori es muy difícil» que el radicalismo acompañe el proyecto de reforma laboral que impulsa el Gobierno de Macri, pero aclaró que en su partido las cosas están «patas para arriba», por lo que «uno no sabe qué puede terminar ocurriendo», aclaró finalmente .

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