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No ha surgido ninguna pista que permita saber dónde está Fátima Florencia Acevedo, mientras continuaban los rastrillajes en la zona este de Paraná. Varios datos apuntalan las sospechas de un posible femicidio.
Se cumplen hoy siete días de la desaparición de Fátima Florencia Acevedo. Mientras continúan los rastrillajes de diversas áreas de la Policía en la zona este de Paraná, en busca de rastros de la joven de 25 años, hubo marchas hacia Tribunales y también manifestaciones en la Fiesta del Mate reclamando que se multipliquen los esfuerzos para dar con la mujer de la cual no se tienen noticias desde el pasado domingo.
Una de las hipótesis con la que trabajan los investigadores es que su expareja, Jorge Nicolás Martínez, quien se encuentra detenido y con prisión preventiva, pudo haberla asesinado y ocultado el cuerpo cerca de la vivienda de calle Hernandarias al final, donde el pasado domingo la vieron por última vez.
Hasta el momento, los rastrillajes que se realizan en la zona de calles Bordón y Hernandarias sieguen siendo «insatisfactorios». Así lo confirmó el Jefe de la División Homicidios de la Policía de Entre Ríos, comisario Ángel Ricle.
Asimismo, siguen recabando testimonios entre vecinos de la zona, aunque no existen indicios concretos ni testigos que permitan avanzar en alguna dirección para dar con Fátima.
La hipótesis que prevalece
La historia de la relación signada por la violencia de género (física, psicológica y sexual), la decisión soberana de Fátima de irse y refugiarse en la Casa de la Mujer, las denuncias y más agresiones que se fueron precipitando a lo largo de febrero, las acciones y los dichos contradictorios de Martínez en los primeros días de marzo ante la ausencia de su expareja más las pruebas halladas en su celular y en su domicilio, apuntalan en la investigación la hipótesis del femicidio, publica diario Uno.
Por otra parte, la falta de antecedentes de ausencia de Fátima, quien nunca dejaba solo a su hijo de 3 años, el pedido de auxilio a las autoridades, la carencia de medios para ocultarse, la nula emisión de señales de su celular (cuyo chip tenía Martínez), entre otros datos, debilitan la posibilidad de que se haya ausentado por su voluntad. Los audios que la joven le envió a una amiga presagiando que su ex la iba a matar antes de que la Justicia haga algo, le suman dramatismo a la situación.
(elonce)
