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La experiencia lograda en el combate de aftosa, al servicio de la avicultura.

 

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Ante el acecho de la Influenza Aviar en la Argentina, que encendió el alerta sanitario en la cadena avícola, la Fundación de Lucha contra Fiebre Aftosa de Entre Ríos (Fucofa) pone en marcha un plan de vigilancia epidemiológica activo destinado a prevenir el avance de la enfermedad y en particular conocer sus movimientos y expansión en la región.

 

En concreto, los 300 vacunadores que desplegará la entidad para inocular los vacunos en esta primera campaña de 2023 recibirán la capacitación e incentivos necesarios para colaborar en el combate de IA en la provincia.

 

“Por nuestra experiencia en la lucha contra fiebre aftosa somos plenamente conscientes del comportamiento de un virus y del daño que es capaz causar”, contó Jorge Ruiz a Campo en Acción. El titular de la Fundación sumó: “Tenemos en claro que la avicultura es un sector muy importante para Entre Ríos y todos tenemos que hacer nuestro aporte para protegerla. Nuestros vacunadores deben visitar a cada uno de los 28.000 establecimientos agropecuarios de la provincia y en esta oportunidad lo harán con una visión al servicio de la producción avícola”.

 

La organización está integrada por las tres mayores gremiales del agro en la provincia, Ruralistas, Federados y Cooperativistas, que asumieron la administración del combate contra aftosa desde finales de la década del 80, cuando la lucha comenzó en serio vacunando sistemáticamente el total del rodeo. Semejante trayecto otorga a la entidad un conocimiento del territorio sin igual, que en esta oportunidad servirá a la emergencia que envuelve a criadores de pollos y gallinas.

 

Lo cierto es que, en los próximos 70 días, que es lo que normalmente puede durar una vacunación contra aftosa, un gran número de personas vinculadas al campo y especialmente entrenadas visitarán cada explotación rural y además de cumplir con su deber de inocular al rodeo, relevarán información que ayude a mitigar el impacto de la influenza aviar.

 

En rigor, por caso, los vacunadores consultarán sobre el estado general de las aves de traspatio y, de ser necesario, darán el aviso al Senasa para que actúe de acuerdo al protocolo ya establecido.

 

Ruiz aportó que durante la asamblea se dará a conocer el instructivo que tendrá cada vacunador y se analizará el sistema de recompensa. Una vez concluido el operativo sanitario, el plan de la Fundación seguirá vigente, pero ya con una dotación reducida e integrada por los veterinarios y paratécnicos que gestionan la lucha contra aftosa desde 1988 en la provincia.

 

En el instructivo se consigna que la Fundación incorpora “a la totalidad de su estructura operativa, en la observación y búsqueda de signos de la enfermedad tanto en las aves de traspatio como en las silvestres”. Y especifican que “de no controlarse la Influenza Aviar, se observarían importantes pérdidas económicas de los productores y como consecuencia directa, de la economía provincial”.

 

Los vacunadores, en consecuencia, ingresarán a cada establecimiento atentos a muertes repentinas de aves en gallineros; signos nerviosos como falta de coordinación en los movimientos; deambular en círculos; decaimiento, pérdida del apetito, plumaje erizado, cabeza, barbilla, cresta y patas inflamadas; dificultad para respirar, tos, estornudos y secreción nasal; hemorragia en piel y patas; disminución en la postura y huevos cascara blanda; postración y muerte.

 

En cuanto a las aves silvestres darán cuenta de muertes repentinas; signos nerviosos como falta de coordinación en los movimientos y; deambular en círculos.

 

Se precisa que “en el caso de encontrar aves muertas o con síntomas de IA, y en función de lo acordado con el Servicio Nacional de Sanidad Animal, el vacunador debe informar en forma directa e inmediata, al veterinario Local de Senasa, para que disponga de los procedimientos y las acciones sanitarias del caso”.

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