José Ostolaza tiene dos características aparentemente contrapuestas: es de bajo perfil mediático pero de intervenir en causas de alto impacto judicial. Aquí un repaso a su trayectoria.
Antecedentes
1-En 2014 defendió judicialmente a un hombre acusado de «traficar chinos». El imputado viajaba junto a tres personas de origen oriental, dos de ellas menores de edad, cuando fue interceptado mientras se dirigía desde San Pablo hacia Capital Federal.
2-En 2016 representó a una pareja de Basavilbaso que fue sentenciada por una maniobra ilícita para quedarse con un bebé.
3-Ostolaza también fue el abogado que consiguió que, a un imputado de abuso sexual con acceso carnal, le otorguen la prisión domiciliaria mientras se lo monitoreaba a través de la primera tobillera electrónica instrumentada en Entre Ríos. Este beneficio le fue concedido hasta la llegada del juicio.
4-También representó, junto a dos colegas, a los 15 imputados de formar parte de una organización llamada «la banda narco del gordo Nico». Se trata un grupo de hombres, entre ellos penitenciarios y policías, que formaban parte de una organización delictiva que vendía estupefacientes a gran escala en Paraná. Finalmente fueron condenados 11 de los 15, pero sólo a multas económicas; no a prisión.
5- Es defensor en una de las más resonantes causas provinciales como lo es la denominada «Causa ATER», donde se investiga una defraudación a la Administración Tributaria de Entre Ríos por 45 millones de pesos. Sería «la más grande de la historia de Entre Ríos» según los denunciantes. Actualmente hay 128 imputados y procesados.
Además, ha intervenido en la defensa de denunciados por estafas reiteradas en Concepción del Uruguay, como también en casos de violencia de género.
Ostolaza presenta, en definitiva, un extenso currículum y una importante experiencia en lo penal, pero con un perfil rotundamente diferente al que había adoptado la familia Galarza en primera instancia.