Estas fueron las palabras de María Delia, la suegra de Gill, quien estuvo presente en las excavaciones que comenzaron este lunes en la estancia «La Candelaria».
Tras la aparición de un testigo clave que marcó dos lugares donde podrían estar enterrados los cuerpos de los integrantes de la familia Gill, este lunes comenzaron las excavaciones en estancia la Candelaria, propiedad del fallecido Alfonso Goette.
María Delia, la mamá de Norma Margarita, explicó que «es un paso más en la búsqueda de la verdad. Estamos viendo qué es lo que saldrá de ahí. Pasó mucho tiempo y el juez fue quien aceleró la causa. El anterior no nos daba respuestas, no nos avisaba de los procedimientos que hacían».
Consideró que «vamos a dar con la familia porque quien brindó el dato es un testigo clave que vino y vio la parte donde mi yerno José excavó el pozo. Esa es la esperanza que tenemos, que vio todo. Se acordaba perfectamente y nos indicó el camino. Dijo que había escombros, cemento y efectivamente fue así. Es un gran pozo que podría tener 70 metros de profundidad».
Asimismo, expresó que probablemente otras personas sepan cómo fueron los hechos, pero no hablaron por temor a Goette. En ese sentido, dijo que «pedimos que se acerquen, nosotros no vamos a revelar sus nombres ni dónde viven. Queremos que hagan como este hombre, que se animen».
Manifestó que su relación con José Gill «siempre fue buena, igual que ahora con mi otro yerno y mis nietos. Los ayudo con lo que puedo. Todos los fines de semana nos veíamos. Siempre fuimos una familia unida».
Cree que la causa «estuvo mal manejada por el juez Gallino. A los 11 meses de la desaparición fui al juzgado a preguntar y me dijeron que el juez no estaba, que se estaba casando. Fui luego a preguntar a la fiscal que en ese entonces estaba a cargo de la causa. Me dijo que no había nada, que se los había tragado la tierra. Le pregunté que qué quiso decir con que se los tragó la tierra, si realmente sabía, y me dijo que solo era un dicho. Era una pelea constante».