Casi la mitad del territorio de la Unión Europea (UE) se encuentra en riesgo y pre-alerta de sequía y un 11% el estado de alerta, siendo España una de las zonas más afectadas, según el informe ‘Sequía en Europa’, publicado por la Comisión Europea.
Las sequías y la escasez de agua son un problema creciente en muchas partes de Europa. Se espera que el cambio climático aumente el riesgo de sequía, afectando tanto la frecuencia como la magnitud de las sequías.
Los cambios en las precipitaciones, combinados con el aumento de las temperaturas, empeorarán significativamente las tensiones existentes sobre la calidad y cantidad de los recursos de agua dulce, según la nota publicada por El Ágora, diario del Agua de España.
El desarrollo económico, la salud humana y los ecosistemas están inseparablemente vinculados a la disponibilidad suficiente de agua dulce. Por eso el Observatorio Europeo de la Sequía señala que el Pacto Verde Europeo y sus iniciativas brindan el marco y el impulso necesarios para avanzar con una agenda ambiciosa sobre la gestión de la cantidad de agua, junto con una mayor conciencia y la aplicación de la nueva legislación del agua.
La mitad de la UE en riesgo por sequía
El 46% del territorio de la Unión Europea se encuentra actualmente en prealerta por sequía y un 11% del suelo comunitario mantiene el estado de alerta por falta de agua. Una situación que se hace especialmente preocupante en la Península Ibérica y que trasciende de los países del sur para ser un verdadero problema en cada vez más países del norte de Europa.
Así se desprende del informe ‘Sequía en Europa-julio de 2022’, elaborado por el Observatorio Europeo de la Sequía, asistido por el sistema Copernicus y analizado ayer por los Ministros de Agricultura de la Unión, que ya prevén reducciones significativas de los rendimientos de los cultivos en toda la Unión Europea.
El 46% del territorio comunitario está en Estado de Alerta por sequía
El informe analiza también las olas de calor de los últimos meses. En este sentido, afirma que tras una primavera «atípica», la sequía en gran parte de Europa es «grave», ya que el déficit de precipitaciones de invierno y primavera «se vio exacerbado por las primeras olas de calor».
Los datos analizados resalta que el déficit de precipitaciones de invierno y primavera fue del 19% del promedio de 1991-2020 en todas las áreas de alerta en la UE y el Reino Unido, y 22% en áreas bajo alerta de sequía.
Esta falta de precipitaciones significa que el contenido de agua del suelo se ha reducido significativamente. Esto ha dificultado que las plantas extraigan agua del suelo, lo que ha provocado un estrés generalizado en la vegetación, concretamente en las tierras bajas de Italia, en el sur, centro y oeste de Francia, en el centro de Alemania y el este de Hungría, Portugal y el norte de España.
El déficit de precipitaciones muestra impactos significativos en Italia y este de la UE
Este déficit pluviométrico ha impactado en los caudales de los principales ríos europeos con especial incidencia en el río Po italiano que “se enfrenta al nivel más alto de sequía severa” en la UE, debido a una “sequía intensa” declarada en cinco regiones italianas en las que la disponibilidad insuficiente de agua ha llevado a múltiples restricciones de uso en los municipios. En Francia se han tomado medidas similares para restringir el uso del agua, asegura la Comisión Europea.
El mapa muestra la caída de caudales de los principales ríos europeos respecto de la media
considerada normal. La Comisión destaca la situación de los río italianos.
«Urge la adopción de medidas extraordinarias de gestión del agua»
La parte occidental del viejo continente está sufriendo los feroces efectos de la canícula en este periodo estival, advirtió en rueda de prensa la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Clare Nullis, señalando que Italia ya afronta su peor sequía en décadas.
«En conjunto, esto puede requerir la adopción de medidas extraordinarias de gestión del agua y la energía en los países afectados», alerta el documento.
La falta de precipitaciones ha reducido significativamente el contenido de agua del suelo y esto «ha dificultado que las plantas extraigan agua del suelo», lo que ha provocado un estrés generalizado en la vegetación, concretamente en las tierras bajas de Italia, en el sur, centro y oeste de Francia, en el centro de Alemania y el este de Hungría, Portugal y el norte de España», alerta.
El estudio analiza la evolución e incidencia de la sequía prolongada en la UE para tener una «mejor comprensión de la situación a la hora de proteger nuestros bosques, cosechas y aguas«, dijo la comisaria europea de Innovación, Investigación y Cultura, Mariya Gabriel.
«El cambio climático aumenta el riesgo de sequías severas e incendios forestales en todo el mundo«, señaló la comisaria.
La portavoz advirtió de los peligros que presentan la escasez de agua para la agricultura y la conservación del ecosistema y recomendó algunas medidas de precaución tales como hidratarse regularmente y no practicar deportes en las horas más altas de calor.
Competencia por el recurso hídrico: consumo, energía y agricultura
La producción de energía de las centrales hidroeléctricas hasta principios de julio fue inferior a la media de 2015-2021 en muchos países europeos, especialmente en Italia (-5039 GWh respecto a la media), Francia (-3930 GWh) y Portugal (- 2244 GWh). La misma disminución se aplica a los niveles de los embalses hidroeléctricos, afectando a países como Noruega, España, Rumanía, Montenegro y Bulgaria, entre otros.
Esta falta de agua también está reduciendo o suspendiendo las operaciones de producción de energía hidroeléctrica y termoeléctrica en todos los países.
Las condiciones de sequía y la escasez de agua están afectando la producción de energía especialmente en Italia, Francia y Portugal
En resumen, las condiciones de sequía y la escasez de agua están afectando la producción de energía y reduciendo el rendimiento de los cultivos.
El informe insiste en las previsiones desfavorables para los próximos meses que pueden llegar a comprometer el suministro de agua y probablemente mantendrá alta la competencia por este recurso.
La gestión integrada de los recursos hídricos en consonancia con el acervo hídrico es fundamental para garantizar una cantidad sostenible de agua de buena calidad para todos los usuarios del agua y el medio ambiente en una cuenca fluvial determinada.
Si bien las estrategias de mitigación de la sequía son de suma importancia ahora, también lo es abordar la causa raíz del problema: el cambio climático y su interrupción del ciclo del agua del planeta.
También se necesitan más esfuerzos para adaptarse de manera preventiva a los patrones climáticos cambiantes mediante un suministro de energía resistente al cambio climático y aplicando soluciones sostenibles en la agricultura.
España se enfrenta una caída en el rendimiento de los cultivos
España y otros cuatro países de la UE tendrán que hacer frente a la caída de rendimientos de los cultivos a causa de la sequía y la falta de agua, según se desprende del informe .
Concretamente el Observatorio Europeo de la Sequía señala que en España, Portugal, Italia, Francia y Rumanía podrían ver reducida su productividad por las consecuencias del estrés hídrico, y apunta que otros cinco países como Alemania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Croacia también corren el riesgo de verse afectados.
Además, recalca que en España la reserva hidráulica y otros reservorios de agua se encuentran en niveles que suponen el 69% de la media de los últimos diez años. En este sentido, el documento subraya que este indicador desciende a la mitad de la media de los últimos diez años en regiones del sur como Andalucía y Extremadura.
El informe destaca la dificultad de la situación en la Península Ibérica teniendo en cuenta que, además, en Portugal las presas hidráulicas para la producción de electricidad se encuentran a mitad de los niveles medios de los últimos siete años, un problema que también afecta a España.
En un paso más, el documento manifiesta que las condiciones estrés hídrico en España y Portugal son «favorables» para los incendios y hace hincapié en que que la reducción de las aguas subterráneas ha generado estrés en la vegetación en el norte de España, así como en el sur de Italia, en el centro y oeste de Francia, en el centro de Alemania, el este de Hungría y Portugal.
El Observatorio Europeo se está ampliando con una evaluación multisectorial del riesgo y el impacto de la sequía en el marco del proyecto EDO para la resiliencia y la adaptación (EDORA) , cuyo objetivo es mejorar la resiliencia y la adaptación a la sequía en los Estados miembros de la UE.
El agua es esencial para el funcionamiento de la sociedad y el mantenimiento de servicios ecológicos críticos. Muchos sectores y sistemas, como los ecosistemas, la agricultura, el abastecimiento de agua, la generación de energía, el transporte acuático, entre muchos otros, dependen total o en gran medida de él. Las sequías afectan el funcionamiento de estos sistemas y pueden causar pérdidas irreparables.
Durante los veranos de 2018 y 2019, el calor y la sequía prolongados expusieron a los agricultores, los hogares y los ecosistemas de toda Europa a graves impactos: entre estos, las interrupciones drásticas de la navegación en los principales ríos, las restricciones de riego y la reducción del suministro de electricidad se registraron en Europa y aumentaron preocupaciones sobre el aumento potencial en la severidad y frecuencia de los eventos de sequía en relación con el cambio climático.
La alta dependencia del agua, junto con prácticas ineficientes o inexistentes de mitigación y gestión de la sequía, así como la falta de marcos institucionales, aumenta la vulnerabilidad de los usuarios del agua a los peligros de la sequía, lo que aumenta sustancialmente el riesgo de sequía. Por eso desde la Comisión Europea destacan que la información completa sobre cómo las sequías afectan a estos sectores de manera homogénea es una necesidad crítica para desarrollar planes informados de gestión y adaptación a la sequía.