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La mayor parte de los cultivos se dejan ver malos o regulares.

 

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De las 446.000 hectáreas estimadas de soja de primera en Entre Ríos apenas el 2% presenta un muy buen desarrollo; en tanto el 30% es bueno, el 51% regular y el 17% directamente fue calificado como malo desde la Bolsa de Cereales.

Consignan, además, que en la presente campaña 2022/23, el cultivo presenta un estado fenológico abarca desde V8 (ocho hojas totalmente expandidas) a R3 (inicio de formación de vainas). En los últimos quince días, se produjo un descenso de la condición muy buena – buena de 49 a 32 puntos porcentuales y un incremento del porcentaje de regular – mala de 51 % a 68 %.

En consecuencia, se observan plantas con menor número de nudos y menor altura, lo que indica menor desarrollo. Además, se acentúan síntomas de estrés hídrico y térmico como pérdida de hojas, aborto de flores y vainas, hasta muerte de plantas.

La entidad presentó en su informe una comparación de la condición del cultivo en las últimas tres campañas bajo los efectos de La Niña. Se puede observar que en el ciclo 2022/23 un 68 % del área abarcan las categorías regular-mala, a diferencia de las campañas 2020/21 y 2021/22 donde este valor está muy por debajo, 14 % y 38 % respectivamente.

Por otro lado, calculan una superficie sembrada de 397.000 hectáreas con soja de segunda, área que puede presentar variaciones, ya que después de las lluvias se retomó la siembra y/o resiembra de la oleaginosa. Aunque en algunos casos el productor optó por dejar de sembrar la misma y destinar esa superficie al cultivo de maíz.

La fenología se ubica en un amplio rango, desde VE (emergencia) hasta V8 (8 hojas totalmente expandidas) y la condición a nivel provincial es la siguiente: Muy buena 1 %, Buena 28 %, Regular 45 % y Mala 26 %.

Con respecto al último relevamiento, el SIBER determinó que las categorías regular-mala tuvieron un incremento del 6 %, es decir que la suma de ambas pasó de 65 % a 71 %.

Los colaboradores remarcaron que, de consolidarse una mejoría en el patrón pluvial, la fenología de la soja de segunda le da una ventaja sobre la soja de primera, puesto que en estado vegetativo la demanda hídrica es menor que en el reproductivo.

Al igual que en soja de primera, en el reporte semanal se analizó la condición del cultivo en las últimas tres campañas Niña, donde es «muy visible que para igual fecha, el cultivo se encuentra en peores condiciones en el ciclo 2022/23, en el cual las categorías regular-mala suman un 71 % del área, a diferencia de las otras campañas, donde este valor está muy por debajo».

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