“La expropiación de Vicentín por parte del Estado solo traerá corrupción y deudas millonarias a cargo de los argentinos”, opinó el diputado provincial Julián Maneiro.
El diputado provincial Julián Maneiro (UCR-Cambiemos) manifestó su preocupación y rechazo a la intervención estatal de la empresa Vicentín. Comentó que “Es un nuevo episodio de la guerra del kirchnerismo contra el campo y un atropello a la propiedad privada. Vicentín es una empresa familiar santafesina con 90 años de trabajo es su región y en el país. Ha sido fundamental en el progreso de su región y desarrolla actividades industriales entre las que se cuentan molinos harineros, frigoríficos, aceiteras, algodoneras, de producción de biodiesel y lácteos. Hace unos meses, como consecuencia de los problemas económicos del país, atraviesa una crisis y está en estado de concurso preventivo, manteniendo su actividad para poder pagar a sus acreedores”.
Siguiendo su análisis, destacó que “En ese marco, el kirchnerismo, enarbolando la bandera de la soberanía alimentaria, desató su agenda de dominación de la producción agropecuaria y pretende expropiarla e incorporarla bajo la órbita de YPF, careciendo de las mínimas competencias para participar exitosamente en un mercado global. Solo traerá corrupción y deudas millonarias a cargo de los argentinos”.
“Desde marzo se han perdido, producto de la cuarentena, más de 100.000 empleos, y el Presidente de la Nación se ocupa de una empresa que mantiene los salarios al día y no ha despedido a nadie”, agregó.
Maneiro también se mostró crítico con el gobernador Gustavo Bordet. Planteó que “Igual de lamentables resultan las declaraciones de apoyo a esta iniciativa del gobernador, asociando a Vicentín con “el esfuerzo de todos los argentinos”, considerándola una medida “estratégica”. Espero que esta declaración no sea el precedente de alguna pretensión de imitar una iniciativa de estas características en la provincia de Entre Ríos. Sólo imaginar lo que significaría la expropiación de una empresa de nuestra zona, o lo que hubiera pasado con muchas industrias que han pasado momentos complejos, incluso con concursos que pudieron sortear en ese duro camino, genera muchísima preocupación, pensando en el impacto que tendría en nuestra economía local y regional, en cómo repercutiría en el ánimo de la gente. Nosotros apostamos al esfuerzo, a la cultura del trabajo y esto es todo lo contrario, genera rechazo”.
“Solo queda manifestar el profundo repudio a esta iniciativa. En momentos en los que hay que generar inversiones para generar empleo, intervienen una empresa privada por decreto y logran el efecto contrario. Es una señal para encender la luz de alarma. Hay que reactivar, no expropiar”, sentenció.