Hace 50 años que no se registraban picos de calor como los que atraviesa hoy el país y que tienen a la provincia como uno de los puntos más afectados. Sin embargo Enersa, que distribuye más del 70% del servicio, no tuvo mayores inconvenientes en el suministro. El notable contraste con lo que sucede en Buenos Aires.
El país atraviesa uno de los veranos más duros que se recuerde en el corto y mediano plazo. De hecho, los registros térmicos de este período estival no se alcanzaban hace por lo menos medio siglo. En este contexto, hay un dato que no se puede soslayar: la respuesta del sistema eléctrico de Entre Ríos ha sido altamente eficiente hasta el momento. Más aún cuando se hace un ejercicio de contrastes entre lo que sucede hoy en Ciudad de Buenos Aires y el Área Metropolitana -con cortes contínuos y varios días sin servicio lo que ha derivado en reclamos ciudadanos en las calles- con lo sucedido en Entre Ríos, donde el suministro no ha tenido más que interrupciones puntuales y por causas externas.
CAMMESA aclaró en esa oportunidad que “estas demandas son atípicas para este período, y obedecen a la presencia de un nuevo evento de ola de calor, el noveno de la temporada, que afecta principalmente a la franja central y norte del país, lo que hace que se superen varios récords de temperatura y de demanda eléctrica”.
Precisamente esa situación es la que hoy impacta en Buenos Aires y el Área Metropolitana, donde se ven miles de usuarios sin luz, lo que provoca manifestaciones, conflictos con la empresa distribuidora Edesur y quejas ante el Ente Nacional Regulador de la Energía (ENRE) por el delicado momento que se atraviesa.
Lo que pasa en Entre Ríos
Para repasar la situación local, vale revisar algunos datos que dan marco. En Entre Ríos, Enersa concentra el 71% del mercado de distribución de energía de toda la provincia. El restante 29% se encuentra atendido por 18 cooperativas eléctricas.
El territorio entrerriano es hoy una de las regiones más afectadas en cuanto a altas temperaturas, con picos de calor sostenido que no se registraban desde hace más de cincuenta años. Y hay que subrayar lo siguiente: la temporada estival comenzó a mediados de octubre. Es decir, desde mediados de ese mes, ya empezaron los picos de temperatura que a mediados de marzo persisten. Es casi medio año.
El récord histórico de consumo en Entre Ríos, se dio el pasado 20 de enero exactamente a las 14:49 y fue de 972 MW, superando el pico de 961 MW del 13 de enero de 2022, también en horas de la siesta. Pese a que la demanda se ha mantenido, no ha habido mayores inconvenientes en el suministro eléctrico. Los principales problemas han sido consecuencia de fallas en el SADI (Sistema Argentino de Interconexión), ajenos a Entre Ríos, o por tormentas. Vale destacar que son inconvenientes propios de cualquier sistema de distribución que ocurren en cualquier momento del año (no solo en verano), y se han podido resolver en general en tiempo y forma.
Una conciencia para el uso responsable
Posiblemente una de las principales razones por las cuáles se ha podido atender la actual demanda es por la conciencia en el uso del recurso. “La gente comprende la importancia de cuidar los artefactos eléctricos, especialmente en verano (el aire acondicionado en 24°), porque tiene un doble fin: Con ese cuidado/ahorro, contribuye a que el sistema eléctrico no se sature; contribuye a cuidar el bolsillo/la economía familiar”, señalaron en su momento desde Enersa.
Todo esto toma una relevancia aún mayor si se tienen en cuenta datos como el revelado este viernes desde la Universidad Nacional del Litoral, en el que un investigador alerta del escenario que se avecina hacia los veranos futuros: “No es común tener olas de calor en marzo. Y es probable que la intensidad y frecuencia de estas condiciones se puedan potenciar”.
Fuente: AHORA