Melisa Fabiani busca respuestas sobre la desaparición de su padre, Enrique Fabiani, y pidió que la investigación se oriente hacia un vecino de la zona.
Melisa Fabiani reclamó respuestas en la investigación del paradero de su padre, Enrique Fabiani, cuyo rastro se perdió el martes 4 de junio en un campo en Entre Ríos. La búsqueda se desarrolla en la zona rural de Alcaraz, en el departamento La Paz, y Mojones Norte, en Villaguay. Hasta ahora, en el lugar se han movilizado a más de 300 personas, utilizando desde drones hasta perros de búsqueda.
En diálogo con el programa La Mañana de La Red (88.7), Melisa relató con angustia cómo su padre logró encontrar una salida del monte tras cuatro horas de desorientación, solo para topar con una situación inesperada: golpeó -a su entender- la puerta de la casa equivocada.
En un relato desgarrador, describió las preocupaciones locales sobre la reacción potencialmente violenta de los residentes al ver extraños en sus tierras. La mujer expresó su frustración por la aparente inacción de las autoridades, alegando que, tras 21 días, la casa de un hombre de la zona aún no ha sido allanada.
Mi papá no está perdido en Alcaraz, está desaparecido. Mi papa después de estar cuatro horas perdido, encontró la salida del monte a una calle y luego una casa. Golpeó la puerta de esa casa, pero golpeó en la casa equivocada. Digo esto porque si vas a Alcaraz te dicen: ‘qué lastima que golpeó justamente esa puerta’. Los habitantes dicen que si estas personas ven a alguien en su campo, le disparan. Incluso el hermano de esta persona se lo dijo al fiscal. Es normal para ellos escuchar a la gente de Alcaraz y es escalofriante», señaló.
Reclamó que se investigue al dueño de un campo
Asimismo, Melisa remarcó que la investigación debería apuntar a la casa de esta persona: «Mi papá fue a esa casa y golpeó a la puerta. Este hombre declara ante el fiscal que lo echa y que, cuando mi papá se retira le pidió disculpas. Este hombre dice ‘me di cuenta que es una buena persona porque me dijo disculpe señor’. La pregunta que me hago es, entonces, por qué llamó y lo denunció a Abigeato. Al llamar no se le entendía nada porque estaba nervioso. Las cámaras detectan que llegan cuatro personas de Abigeato a la casa de J.L y los perros de la policía caminan en circulo adelante de la tranquera de L.»
Y completó: «No hay caminata de mi papá después de eso. Llega hasta la tranquera de L. ¿Son ciegos ante eso? No puede ser que estamos a 21 días y todavía no se allanó la casa de J.L y no se investigó a los cuarto de Abigeato».
«Yo fui a declarar el jueves ante el fiscal, pero todavía no declararon los de Abigeato. Solo el jefe y subjefe que estaban esa noche. La justicia es muy lenta y se pierden horas valiosas. Mi papá puede estar tirado a cuarenta o cincuenta metros de ahí y puede estar agonizando».