Cada 24 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis, con el objetivo de resaltar la importancia del diagnóstico temprano. En Entre Ríos, esto se vio afectado en contexto de pandemia.
Bajo el lema Invirtamos en poner fin a la TB. Salvemos vidas, se conmemora este 24 de marzo el Día Mundial de la Tuberculosis, enfermedad causada por el bacilo de Koch, una bacteria que fue descubierta por el Dr. Roberto Koch en 1882. Este año, la fecha busca promover el diagnóstico precoz y recuperar a aquellos pacientes que por diversos motivos hayan abandonado el tratamiento.
En Entre Ríos, así como en otras provincias, el diagnóstico se vio afectado en contexto de pandemia, ya que al tratarse de una enfermedad cuya principal vía de contagio es respiratoria y presenta síntomas como tos prolongada (más de 15 días), seca o con expectoración y fiebre que suele manifestarse por la tarde o noche, se generó una confusión y disminución de la sospecha.
En relación a este tema, la responsable del Programa de Control de Tuberculosis y Lepra del Ministerio de Salud, Hanna Folmer, indicó que el diagnóstico se realiza de distintas maneras: ante la sospecha clínica cuando se detectan los síntomas, con radiografía de tórax para evaluar los pulmones, con las pruebas de Mantoux (se inyecta el antígeno de la tuberculosis a nivel intradérmico, se controla en 48 horas y considera positiva si en el sitio de inoculación se forma una lesión roja y sobreelevada mayor a 5mm) y, además, se debe constatar el germen en el esputo (flema) a través de un estudio denominado baciloscopia. Se trata de las herramientas fundamentales para estudios del paciente con sospecha de tuberculosis y sus contactos.
Durante la pandemia, la realización de baciloscopías se vio pausada debido a la alta contagiosidad del Covid. No obstante, Folmer informó que, actualmente, los hospitales de cabecera de cada departamento hacen estos estudios y, en Paraná, además del hospital San Martín, se reactivó la realización en los Centros Regionales de Referencia (CRR) Dr Ramón Carrillo, Gerardo Domagk y Arturo Oñativia. “Esto hace que el paciente tenga un lugar cercano al domicilio, generando menor dificultad de traslado, por lo que trabajamos para extenderlo al primer nivel de atención en más puntos de la provincia”.
En cuanto a la situación actual de la enfermedad y casos registrados en Entre Ríos, la responsable del Programa indicó: “Se registran casos nuevos prácticamente todos los meses, siendo los departamentos de Paraná, Concordia y La Paz en donde más informes de tuberculosis tenemos”.
A nivel país, los últimos datos corresponden al año 2020, cuando se notificaron 10.896 casos de tuberculosis en Argentina. Entre Ríos, en tanto, presenta una tasa de 11,11 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que la ubica por debajo de la media nacional.
Acerca de la enfermedad
La tuberculosis es una enfermedad infectocontagiosa cuya principal vía de contagio es respiratoria. Se transmite a través de aerosoles que la persona emite al hablar, estornudar o toser, siendo esta última la vía más contagiosa, porque las gotas pueden viajar hasta 2 metros entre una persona y otra.
En cuanto a los síntomas, además de los respiratorios, los pacientes también pueden presentar pérdida de peso sin haber hecho un cambio específico en la dieta.
Afecta en un 90 por ciento a los pulmones, aunque también existen otras formas extrapulmonares. En estos casos puede comprometer la pleura (membrana que recubre el exterior de los pulmones), huesos, intestinos o peritoneo (recubrimiento de las vísceras a nivel abdominal).
Para prevenir la tuberculosis, fundamentalmente, se necesita identificar al paciente enfermo y realizar un diagnóstico precoz, ya que el tratamiento y posterior curación corta la cadena de transmisión. Además, es necesario controlar a los contactos estrechos por la alta probabilidad de contagio.
En el caso de los recién nacidos, antes del egreso de la maternidad se les debe aplicar la vacuna BCG (única dosis), que es fundamental para prevenir casos graves de tuberculosis, por ejemplo, cuando afecta las meninges y compromete el sistema nervioso central.
Folmer indicó: “Se considera una enfermedad endémica, por lo tanto, la gran mayoría hemos estado en contacto con el bacilo alguna vez, por estar cerca de un paciente con tuberculosis”.
Para finalizar, remarcó: “Debemos tener presente la enfermedad, ya que si bien es antigua, hay que considerar que no por esto está extinta y que si no se logra ponerle fin es, en principio, por la falta de sospecha o la interrupción de los tratamientos”.