Detuvieron a un tercer primo del chico asesinado en Hernandarias el viernes. Fue a raíz de un testimonio que se recabó tras aparecer revelarse el crimen.
Hay un tercer detenido por el brutal crimen de Ramón Ernesto Grandoli, el adolescente de 13 años cuyo cuerpo fue hallado desmembrado este viernes en la zona rural de Hernandarias.
Los primos de Ramoncito, Hugo y Luis Roldán, permanecen desde hace días alojados en un nosocomio de Salud Mental, aprehendidos. Ahora, y a raíz de un testimonio que se recabó luego de que apareciera el cuerpo, efectivos de la fuerza de seguridad, realizaron en las últimas horas del viernes un allanamiento y requisa domiciliaria en una vivienda de calle Concordia de Hernandarias, donde luego de notificar al titular de la casa se detuvo a Walter Roldán, de 36 años, oriundo de la localidad, hermano de Hugo y Luis, por consiguiente también primo de Ramón Grandoli. La medida fue ordenada por el juzgado de Garantía Nº 1. Al ser informada la Fiscalía interviniente, se ordenó que el demorado sea trasladado a la alcaldía de tribunales.
Fuertes indicios
Tanto desde la Justicia de Paraná como de la Policía, se alertó en la tarde de este viernes, que no está confirmado que los restos encontrados en esta jornada en la localidad de Hernandarias sean de Ramón Grandoli. Sí se aclaró que hay indicios que llevarían a esa conclusión. El que si admitió que se está frente al peor final, es un familiar directo del niño de 13 años.
Ramoncito» había sido visto por última vez el viernes 28 de febrero cuando se retiró de su domicilio de la localidad de Hernandarias, a 90 kilómetros de la capital entrerriana, pasó por un kiosco y se dirigía a la casa de sus tíos, según pudieron reconstruir los investigadores.
El cuerpo fue hallado a unos 200 metros de la casa de Luis (28) y Hugo Roldán (23), tíos del menor, quienes permanecen con prisión preventiva en el hospital «Escuela de Salud Mental» de Paraná, ya que «no tienen las facultades mentales acordes para comprender por qué están detenidos».
La fiscal Melisa Saint Paul resaltó que la investigación apunta a que Luis «retuvo a Ramón y lo mantuvo oculto y privado de su libertad» desde el 28 de febrero pasado, y que ambos fueron los últimos que vieron al niño.
Durante el allanamiento en el domicilio de los Roldán, se secuestró una faca con sangre, una alpargata quemada que podría ser del niño, una bolsa de nylon negro y un arma cargada con 9 cartuchos en el precario baño ubicado a unos 15 metros de la vivienda.
(UNO)