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Funcionan con el trabajo voluntario de padres que apuestan a suplir necesidades cuando el Estado no llega. En la Escuela Nº 20 de Isletas nos invitan a conocer su historia.

 

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El popular grupo musical Los Binder celebra 15 años de escenarios. Los festejos serán especiales, porque permitirán colaborar con la Escuela Nº 20 de Isletas, que tendrá a cargo la cantina a través de su cooperadora. Se llevarán a cabo el 18 de marzo a partir de las 21.00 en el Salón de la Colectividad Alemana de General Ramírez.

 

Claudio Erhardt es el Presidente de la Cooperadora de la Escuela “Acuerdo de San Nicolás”, donde funciona el jardín de infantes con nueve alumnos y el nivel primario con seis estudiantes. “Hay una maestra para el primario y la jardinera compartida con otra institución. Quisiéramos tener ese cargo fijo, la maestra exclusivamente para el establecimiento educativo, pero no es tan sencillo”, dijo el entrevistado.

 

“Está bien mantenida en lo que es la parte de aulas y sus instalaciones. Nos gustaría sumar otro aire acondicionado para el jardín ahora, ya tenemos en el aula de primaria pero se necesita otro para los más chicos, y uno lo nota más que nunca en estas semanas de tanto calor. Siempre aparecen necesidades y tratamos de ir encontrando soluciones”, explicó.

 

Estas organizaciones sin fines de lucro tienen como objetivo contribuir para mejorar el servicio educativo que se brinda a sus alumnos. Así, cada cooperadora se convierte en un importante nexo entre la sociedad y la escuela.

 

Erhardt recordó que “Ahora hay padres que llevan ventiladores de sus casas, a eso llegamos. Si no fuera por la cooperadora y la ayuda de la Junta, no sé cómo haríamos, porque no llega prácticamente ayuda provincial. Y si pedís un subsidio, todo es muy burocrático, lleva muchísimo tiempo para un dinero que mientras tanto se desvaloriza. Te cansa que todo cueste tanto. Pero sabemos que lo que hacemos es clave para juntar dinero que se necesita para mantener dignas las instalaciones, sumando la limpieza del patio, el corte de pasto, arreglos que se tienen que hacer como en cualquier lugar. Para todo se necesita dinero”.

 

 

En primera persona

En relación a su labor, Erhardt narró que “Ya no tengo hijos en la escuela, pero sigo siendo el presidente hasta que se haga la renovación este año. Mi idea es seguir, pero desde otro lugar, ya no como presidente. Sí continuar ayudando, primero porque me gusta y me siento cómodo, y segundo porque tengo una criatura que en algunos años será parte de la escuela nuevamente”.

“Me motiva la gente que tenemos, compartimos objetivos, momentos, charlas. Esto no tiene un valor económico, pero sí te genera relaciones, disfrutás de los logros junto a los que te acompañan. Nos gusta ver en buen estado a la escuela, verla linda. No movemos para eso”, agregó.

 

Recordó que “Entré en 2012 y estuve hasta 2016. Volví en 2020 y estoy terminando ahora los últimos meses de presidencia, se hará el recambio posiblemente en mayo. No es fácil, lleva tiempo y esfuerzo esta labor. Para una fiesta que hacés, te lleva mínimo tres días a full de quienes colaboran, viernes, sábado y domingo por lo menos. Entonces inevitablemente tenés que desatender tu trabajo. En mi caso soy tambero, no tengo en quien delegar. Es todo a pulmón”.

 

 

Gestiones y logros

Erhardt destacó que “Empujamos junto a los vecinos, la parte directiva y la Junta en lo que puede. Y así no dependemos tanto de la burocracia estatal. Hay cosas que las necesitás ya, no podés esperar meses para una respuesta. Por eso tratamos de solucionar lo que podemos. En su momento pagábamos profesores de Inglés o Computación. Hoy la Provincia solo se hace cargo del Profesorado de Educación Física. Lo ideal sería que los chicos tengan Música, Inglés y Computación en la primaria para que el cambio a la secundaria no sea brusco, que no les cueste la transición”.

“Da la sensación que las escuelas de campo no tienen los mismos derechos que las escuelas de ciudad en muchos casos. Es injusto, hay diferencias, no en el nivel o los contenidos que se dan, pero sí en las posibilidades de los chicos. Para mí que una escuela tenga diez alumnos o cien, no tiene que cambiar sus derechos. Por suerte gracias a vecinos y la Junta hicimos un afirmado hacia la escuela. Vialidad hace rato no aparece. Casi todo se hace con la gente de la zona”, ejemplificó.

 

Hay equipo

El presidente de la cooperadora comentó que “Somos trece integrantes, que siempre están. Y hay vecinos que colaboran, por ejemplo para actividades como nuestro tradicional locro del 25 de Mayo o ventas de pasteleles que hacemos, también otros eventos como el agasajo a las madres que tradicionalmente tenemos en octubre, al que lo habíamos dejado por la pandemia pero queremos desarrollarlo otra vez. La gente ayuda en la medida de sus posibilidades”.

 

Se mostró agradecido con Los Binder por la oportunidad y narró que “Maxi Binder es parte de la cooperadora y tiene tres hijos en la escuela. Nos ofreció hacernos cargo de la cantina y aceptamos. Ofreceremos un buen servicio, con bebida bien fría y en cuanto a comidas, choripanes, pizzas, empanadas, pasteles y mesa dulce con tortas y alfajores. Hemos hecho eventos grandes, incluso con cena, para 500 personas o más, así que estamos capacitados para atender bien a quienes se acerquen. Todo lo preparamos nosotros”, cerró.

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