Uno de los 22 imputados quiere salir por ser único sostén de su numerosa familia. Fue detenido cuando aterrizó la avioneta con marihuana
La compleja investigación que se instruyó en el Juzgado Federal de Paraná y desbarató una de las bandas narco más importantes de la región, y que produjo un cimbronazo político e institucional, está en su tramo final. Con todos los procesamientos firmes, restan solo un par de medidas antes de ser enviada a juicio al Tribunal Oral Federal. Mientras, hay uno de los 22 imputados que sigue peleando para salir de la cárcel. Se trata de Orlando Céparo, quien fue detenido a fines de mayo cuando aterrizó en un campo de Colonia Avellaneda una avioneta con 317 kilos de marihuana. El hombre asegura ser el único sostén de su numerosa familia y su defensa afirma que no se va a fugar.
El abogado que lo representa, Ramón Horacio Barreto, le solicitó al juez Leandro Ríos la excarcelación, pero el magistrado la rechazó al argumentar el peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación. Pero el letrado insistió ahora con el planteo y el cuestionamiento a la resolución, esta vez ante la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná.
Entre los puntos planteados en el recurso presentado ayer en la sede judicial de calle 25 de Mayo, Barreto sostuvo que «el objeto de investigación prácticamente se encuentra agotado, a partir de aquellas diligencias realizadas» lo que «neutraliza cualquier injerencia de los encartados para alterar o modificar la investigación».
Uno de los aspectos planteados por la Fiscalía fue que Céparo no tiene arraigo, lo que favorecería una posible huida. Al respecto, el defensor planteó que «pareciera que el hecho de que Céparo vive, y así lo hizo toda su vida, en el medio rural de Villa Urquiza, aparece como un obstáculo. El medio rural que constituye el arraigo de Céparo se encuentra a escasos 30 kilómetros de la sede del Juzgado».
Además, remarcó que el procesado tiene a su cargo a una numerosa familia: tiene cinco hijos con una pareja anterior, uno con la actual, quien a su vez tiene otros cuatro menores. Todos viven en una hectárea con posesión en la zona de la balsa de Villa Urquiza, donde Céparo se dedica a criar cerdos, mientras hace otras changas. «Su condición de vida es precaria, se ubica dentro de la línea de pobreza. Todos los que integran el grupo familiar viven (o sobreviven) del sustento que aporta su padre como productor rural», remarcó Barreto.
Además, en el recurso el abogado sostuvo que «solo un par de escuchas telefónicas lo vinculan, haciendo claro está un gran esfuerzo interpretativo de las conversaciones intervenidas».
Finalmente, concluyó en que «no existen argumentos valederos para que continúe sufriendo la prisión preventiva», por lo que pidió que la Cámara Federal de Apelaciones «disponga las medidas de coerción que estime indispensables para morigerar» dicha medida cautelar.
Prisión para todos
La causa tiene a 21 personas procesadas como partícipes de la banda narco liderada por Miguel y Daniel Celis más una mujer por afuera de la organización. Esta es la única excarcelada, mientras que el resto de los imputados se encuentra con prisión preventiva. Algunos de ellos, mujeres que tienen hijos menores a su cargo, recibieron el arresto domiciliario.
Se cree que a principios del año que viene la causa será enviada a juicio. Ante tantas evidencias que tiene el expediente, principalmente las escuchas telefónicas, no se descarta que algunos de los procesados estén pensando en llegar a un acuerdo de juicio abreviado con la Fiscalía. En un debate, se ventilaría la implicancia de Tavi Celis en la Municipalidad de Paraná tras el acuerdo político con Cambiemos para la campaña electoral.