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Por violar la prisión domiciliaria, volvieron a trasladar a Tribunales de Paraná, a Martín Olmos, el cual gozaba del beneficio por carecer de antecedentes penales.
Martín Olmos, uno de los detenidos por el cruento asesinato de Julio Trossero registrado en la zona del ejido de Seguí el pasado 12 de agosto, gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria por carecer de antecedentes penales, pero según se supo, en horas de la madrugada de este domingo violó el beneficio.
Ante el incumplimiento de las condiciones de prisión, se montó un operativo con personal de Comisaría Viale en las inmediaciones del Barrio 38 viviendas, hasta que gracias a la colaboración de los vecinos, se logró localizarlo.
Olmos fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía interviniente; lo trasladaron hasta Paraná, a la Alcaidía de Tribunales y se le labraron las actuaciones por delito de «Desobediencia Judicial», publicó Nueva Zona.
Tras la indagatoria por las recientes actuaciones, el imputado volvería a la Unidad Penal de Paraná, para completar la medida preventiva.
El joven fue asesinado a golpes en la noche del 12 de agosto en cercanías de Seguí. El móvil de homicidio fue el robo, y por el grave hecho que conmocionó a la pequeña localidad de Paraná Campaña, habían sido detenidos en las primeras diligencias: Rodrigo Leiva (quién admitió haber participado del hecho, pero aclarando que él no lo había asesinado). En su declaración ante el fiscal Gervasio Labriola, adjudicó la autoría del crimen a Martín Olmos.
En tanto, la semana pasada, apresaron al santafesino Marcelo Payé, quien fue comprometido en bases a datos aportados por las empresas de telefonía celular que indicaban que por los rastreos de las torres, habría estado en Seguí, pero además tuvo en su poder el teléfono que le fue robado a Julio Trossero. Al mismo le dictaron 45 días de prisión preventiva.
Hay un cuarto sospechoso por el crimen de Julio Trossero. Se trataría de un policía que trabaja en una comisaría de Paraná. El mismo pudo haber estado en el auto de los delincuentes al momento del robo seguido de homicidio.
El hombre en cuestión, también quedaría sospechado por los informes de las empresas que detallaron algunas llamadas telefónicas entre el uniformado y los sospechosos. Lo que más complicaría al suboficial, serían los horarios de los llamados y el sospechoso extravío del equipo, una vez que los investigadores le reclamaron el celular.
