Una deficiente acción judicial y policial llevó a que en los alegatos la fiscal no pudiera mantener la acusación contra los dos procesados.
Parece increíble pero es real, la fiscalía poco más tuvo que pedirles disculpas a los dos procesados por el homicidio calificado del comerciante de Viale, Pablo ‘Pichi’ Ledesma, porque no pudo sostener la acusación.
¿Por qué fracasan las investigaciones?, por culpa de las autoridades judiciales que llevaron la causa, por los policías que trabajaron en la pesquisa, por la falta de compromiso de testigos que «se borraron»?, en definitiva hoy quedó el sabor amargo que deja un crimen impune en medio del dolor de los familiares de las víctimas y del desahogo de los acusados que serán declarados inocentes al finalizar el juicio.
Al menos hay que rescatar la honestidad intelectual de la fiscal de Cámara, Carolina Castagno, que debió admitir en el medio de los alegatos que no había pruebas para reclamar la prisión perpetua de los dos procesados que fueron llevados a juicio.
El viernes inició el juicio a Cristian Ariel Gutiérrez, alias Pachi, de 33 años, y Juan Ignacio Almada, alias Guacho, de 24 años quiénes fueron procesados por el grave hecho acontecido el 26 de febrero de 2010 en la casa de Ledesma, un reconocido comerciante de Viale, titular de una tómbola y el gerente de dos boliches bailables.
El hombre de 43 años fue asesinado lentamente, torturado y sometido a varios tormentos para que entregue una importante suma de dinero que tenía dentro de su propiedad. Se estima que al resistirse al asalto fue sometido a una lenta agonía para que sufriera de la peor manera.
En las distintas audiencias se esperó con gran expectativa el considerado testigo clave, que en la instrucción había acusado a Gutierrez y Almada de ser los autores materiales del homicidio doblemente calificado. Sin embargo Matías ‘Matute’ Olmos nunca se presentó.
Se informó que podría haber emigrado a una peligrosa villa de la Capital Federal, y en realidad frente a la falta de elementos concretos, la acusación comenzó a desmoronarse.
La fiscal explicó en un extenso alegato que lo único que tenía era la declaración en la policía y en el juzgado de instrucción de Olmos, pero sus dichos no se sostuvieron con la recolección de pericias y otros testimonios.
Olmos había marcado que él junto a los dos restantes había llegado hasta las inmediaciones de la casa de Ledesma en horas de la medianoche, y que Gutierrez y Almada ingresaron a cometer el hecho. «Por el informe de los forenses la data de la muerte era cómo mínimo a las 2.30 de la madrugada y no antes, pero si a eso le sumamos que no se encontró nada que ligara a los acusados al hecho, es como muy complejo mantener la acusación», admitió ante el tribunal la fiscal.
Se sabe que el crimen ocurrió para robarle una suma de dinero que rondaría los 100 mil pesos, pero a los dos acusados no se les encontró dinero, es más no hubo datos o señales de ellos dentro del domicilio. Se peritó la ropa de los detenidos en un primer momento, como las sogas, sillas y otros elementos y no encontraron rastros de ADN con los acusados o de la víctima. «Si hay dos rastros que están pendientes de establecer de quién pueden ser», informó Castagno al preanunciar el pedido de absolución y posterior reclamo de reiniciar la investigación.
El tribunal integrado por Elisa Zilli, Ricardo Bonazolla y Elvio Garzón de a ratos miraba a los acusados, que comenzaron a entender que estaban muy cerca de ser declarados inocentes, incluso no pudieron disimular las lágrimas que cayeron en sus mejillas.
Ya en la parte final del alegato, la fiscal inquirió: «Por qué Olmos no se presentó, intentó faltar a la verdad, acusar sin pruebas a los dos sospechosos, por qué tuvo esto comportamiento, por lo que es importante encontrarlo y someterlo a la investigación para aclarar su comportamiento dudoso».
También dejó abierta la puerta para reclamar que se profundice el análisis del comportamiento de la Policía de Viale, ya que los dos procesados informaron en su declararon que fueron sometidos a apremios ilegales. Como si esto fuera poco, la fiscal desconfió de los oficiales de esa ciudad por no tener un comportamiento claro en el arranque de la causa.
Finalmente los defensores de modo breve, destacaron y elogiaron a la fiscal por haber desmenuzado la causa para llegar a la conclusión desincriminatoria de los dos procesados.
La semana entrante el tribunal dará a conocer el fallo absolutorio de Gutierrez y Almada, en tanto que se deberá enviar el expediente de 600 fojas al juzgado de transición para reiniciar la investigación.