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Sin maíz por los efectos de la sequía, en lo que va del año cayó un 90% la demanda de transportistas cerealeros en la provincia, según afirmó la FETAC

 

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La provincia atraviesa la peor sequía de los últimos 60 años, de acuerdo a lo evaluado a principios de este año la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (BolsaCER), y esto impactó fuertemente en las cosechas, generando importantes pérdidas, sobre todo en el cultivo del maíz y de soja. Esta situación, además de afectar al sector del agro, impactó en los transportistas de cargas, sobre todo en aquellos abocados a los fletes de cereales en diversas localidades de Entre Ríos.

 

Muchos de los camioneros vinculados a esta labor quedaron parados o están buscando alternativas para subsistir en este escenario adverso,  en el que el trabajo cayó “un 90%”, según señaló a  UNO Oscar Rothar, presidente de la Federación Entrerriana de Transporte Automotor de Cargas (FETAC), dando cuenta de la difícil situación que atraviesan.

 

Oriundo de Villaguay, el dirigente informó que en su localidad son alrededor de 300 los transportistas cerealeros afectados, y subrayó: “Es un desastre esto que pasa y estamos muy complicados con esta situación. Prácticamente no tenemos trabajo en el ámbito del transporte de cereal. Algunos colegas tratan de buscar otros rumbos donde hay algunas cosechas en el sur, porque acá en Entre Ríos el maíz fracasó y se perdió prácticamente todo”.

 

“En nuestra zona en total se habrán hecho unos 20 o 25 viajes de maíz en lo que va del año, cuando en tiempos normales trabajamos entre 70 y 80 camiones haciendo fletes a diario durante dos meses. Estamos todos desalentados”, afirmó Rothar, quien siempre se dedicó a esta actividad.

 

“Pedimos un aumento de la tarifa en los acopios en los que trabajamos, lo conseguimos y pudimos actualizar el precio, por más que no tengamos nada para llevar”, dijo, recordando que se rigen por una tarifa de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), basada en los kilómetros que recorren y el peso de la carga que llevan.

 

Por otra parte, contó que por lo general, cuando hay cosecha, viajan al puerto de Rosario y les rinde, pero si tienen que transportar una carga más lejos la rentabilidad se reduce: “Yendo a Rosario, un día cargás y tenés cupo al día siguiente para descargar. Pero cuando no hay cereal y empezás a llevar otras cosas, como una carga de palos, de maderas o de alguna otra cosa que consigas y tenés que llevarlo a Mendoza, a San Juan, a la Quiaca, Salta o a otro lugar del norte, son otras distancias. Y cuanto más largo el viaje, menos redituable es, pero tenemos que hacerlo por la situación que estamos atravesando”.

 

Según contó, hasta fines de 2022 hubo algo de trabajo vinculado al agro: “Con el trigo hubo una cosecha interesante y nos fue más o menos bien antes de llegar a diciembre. Después esperamos a febrero para trabajar con el maíz y nada. Ahora estamos viendo qué pasa con la soja, pero sabemos que va a ser muy complicado también el panorama con este cultivo”, explicó.

 

En este contexto, en el sector deben cumplir con el pago de los costos fijos, pese a no poder desarrollar su tarea. Rothar comentó que ante esta situación le hicieron llegar al gobierno provincial una nota pidiendo ser recibidos por alguna autoridad para exponer su situación y solicitar la reducción del pago de patentes o impuestos mientras dure esta crisis, pero sin recibir respuesta. Sobre este punto, expresó: “La FETAC llevó una carta pidiendo alguna reunión para ver que nos podían ayudar al sector con una reducción de las patentes o algún impuesto, algo para paliar este efecto de la sequía, pero la carta que llego a casa de gobierno y nada más, y no conseguimos nada, ni siquiera que nos respondan”.

 

Por su parte, Sebastián Gotte, vocero del Centro Empresarial de Transporte Automotor de Carga de Concordia (Cetacc) –que forma parte de la FETAC–, y referente de una empresa familiar del rubro, añadió:  “Disminuyó el cupo de trabajo de todas las unidades y estuvimos tratando de gestionar alguna reunión con el secretario de Transporte de la provincia (Néstor Landra) para ver si podíamos conseguir una baja en el cobro de las patentes o de los impuestos, pero hasta ahora no tuvimos ninguna contestación”.

 

“Hoy es inviable realizar la actividad de este modo, porque los costos fijos siguen subiendo: el gasoil aumenta seguido; las gomas también; los repuestos están cada vez más caros y como son importados no podes conseguir importación directa por todas las trabas que hay en la Aduana”, manifestó.

 

“Cada vez se nos hace más cuesta arriba el trabajo, la gestión del día a día. Es muy difícil cuando uno quiere desarrollarse o mantener una flota, como en mi caso, que es una empresa familiar”, dijo a modo de conclusión.

 

En Santa Fe piden la declaración de emergencia para el sector

Uno de los efectos directos que tendrá el derrumbe de la cosecha argentina a causa de la sequía es, según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, que habrá 1,7 millones de viajes menos en camión, impactando en el transporte de cargas.

 

En este marco, transportistas santafesinos y un grupo de senadores provinciales ingresaron a la Legislatura un proyecto de ley que estipula medidas de alivio fiscal y administrativo, más apoyo financiero y subsidios para el sector. Por otra parte, la Federación de Transportadores Rurales pidió medidas similares a aplicar en todos los niveles del Estado: municipal, provincial y nacional, publicó campolitoral.com.ar. La iniciativa ingresó el 30 de marzo y plantea una duración de 12 meses para la emergencia y comprende a personas físicas o jurídicas que sean propietarios de camiones y acrediten actividad comercial.

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