Luego de la parálisis total de operaciones y desaparición de las cotizaciones, tras las elecciones PASO y la devaluación del tipo de cambio oficial, los negocios volvieron a reactivarse en el mercado de granos argentino.
Y como era de esperarse, fue con un fuerte aumento de los precios, en especial de la soja, que copió casi de manera directa la depreciación del 22% que decidió el Banco Central.
Hasta el viernes pasado, la oleaginosa se cotizaba en torno a los $ 100.000 y el martes cerró con una cotización promedio de $ 122.000, según la Cámara Arbitral de Cereales de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Pero de la plataforma Siogranos, donde se cargan todos los contratos de compra-venta que se hacen en el país, se desprende que la tonelada se llegó a pagar a un máximo de hasta $ 127.000.
En lo que respecta al trigo, también subió, aunque en una proporción menor: se pagó a un promedio de $ 84.000, cuando el viernes pasado había cerrado en $ 64.000. Es decir, que subió 13,5%.
El maíz, en cambio, se mantuvo en $ 60.000: sobre este grano, cabe recordar que ya venía con el impulso del “dólar agro” de $ 340, con lo cual el nuevo tipo de cambio oficial solo en cierta manera reemplazó al diferencial con que podía cobrarse el maíz. Lo mismo sucedió con el girasol, otro cultivo que ya venía incluido en el dólar agro, y que siguió en el orden de los $ 115.000 la tonelada. Fuente: Infocampo