La Secretaría de Agricultura autorizó este miércoles, mediante la disposición 3/2024 publicada en el Boletín Oficial, la comercialización en la Argentina de una nueva variedad de soja con modificaciones genéticas con fines exclusivamente agroindustriales.
«Autorízase la comercialización de la soja con la acumulación de los eventos MON-87751-7 x MON-877Ø1-2 x MON-877Ø8-9 x MON-89788-1, y de los productos y subproductos derivados de ésta, con el objetivo exclusivo de ser utilizados como materia prima para su procesamiento agroindustrial y con fines de uso alimentario humano y animal», dice el Artículo 1º de la disposición.
El subsecretario de Alimentos, Pablo Nardone, indicó que este permiso -otorgado a la firma Monsanto – «contribuye a mejorar la oferta de poroto de soja proveniente de otros países, como Brasil o Paraguay, y podrá maximizar el aprovechamiento de la amplia capacidad instalada en la Argentina».
«Esto es muy importante en caso se demande para exportación o consumo interno, una mayor cantidad de materia prima para obtener harinas, aceites u otros productos derivados de la soja», subrayó el funcionario en un comunicado.
Nardone remarcó además que, desde el punto de vista agronómico, brinda protección contra insectos lepidópteros -plagas comunes en el cultivo- reduciendo así la dependencia de insecticidas en su manejo.
«Simultáneamente, la combinación de resistencia a los herbicidas Dicamba, glufosinato de amonio y glifosato permite un manejo más inteligente del cultivo y la aplicación diferencial de herbicidas de manera optimizada», indicó el funcionario.
Por último, aclaró que «este beneficio podrá ser sólo aprovechado en los países de origen, dado que en la Argentina no podrá ser sembrada».
La disposición 3/2024 además insta a Monsanto a «suministrar en forma inmediata a la autoridad competente toda nueva información científico-técnica que surja sobre la soja conteniendo los eventos cuya autorización por la presente medida se otorga, que pudiera afectar o invalidar las conclusiones científicas en las que se basaron los dictámenes que sirven de antecedente a la presente autorización».
En tal sentido, remarca que la medida «quedará sin efecto si, a criterio de la autoridad competente, existe nueva información científico-técnica que invalida las conclusiones científicas en las que se basaron los dictámenes que sirven de antecedente a la presente autorización».