El curso se realizó el pasado sábado en el espacio Alquimia y fue dictado por la kinesióloga Sofía Ramirez, de la ciudad de Paraná.
Belén Roth y Noelia Schaab, profesionales de la salud, hablaron con SOLNoticias sobre el taller de RCP pediátrico, OVA y Primeros auxilios
Noelia Schaab, licenciada en Nutrición y Belén Roth, licenciada en Kinesiología se refirieron a la necesidad de ofrecer éste tipo de talleres a la comunidad. «La idea es hacer aportes en salud que nos sirvan a todos y es tan sensible como poder salvar una vida», dijo Schaab.
Al respecto, Belén Roth explicó que el propósito del taller es enseñar a realizar la técnica de reanimación cardiopulmonar, Ova, la técnica para liberar las obstrucciones de la vía aérea y enseñar primeros socorros, para saber actuar ante cualquier incidente o accidente como una quemadura.
En ésta oportunidad la propuesta es específicamente a la parte pediátrica que difiere de el RCP aplicado en adultos. «En Crespo hay muchos talleres de RCP a adultos, que es necesario, y creo que deberían ser obligatorios; la sabiduría de saber qué hacer para ayudar al que está al lado es el mejor ejemplo de solidaridad. En Crespo veíamos también había mucho en cuanto a la preparación, al nacimiento, muchas charlas de cómo armar el bolso, los primeros cuidados y no se tenía en cuenta algo tan importante como qué hacer si nosotros tenemos una situación, como resolverla, entonces desde ver esa falta surgió la posibilidad de traerlo», dijo Belén Roth, quien agregó que ésta es la es la segunda vez que se realiza el taller de primeros auxilios y RCP pediátrico y agregó, «estamos super felices de poder brindar esa herramienta».
El taller fue dictado por Sofía Ramírez, kinesióloga que trabaja en el área de terapia infantil en el Hospital de Paraná, quien tiene un amplio conocimiento de todas las técnicas además de estar certificada.
Ante la pregunta por las diferentes maniobras que se enseñó el taller explicó que hay que tener en cuenta que no se realizan en los mismos casos. «La aplicación de RCP se aplica en caso de que la persona esté inconsciente y su corazón haya dejado de latir, en ese caso se empieza a hacer la maniobra de RCP que son los bombeos al corazón y la respiración boca a boca». Por otra parte, cuando una persona tiene la obstrucción de la vía aérea por algún objeto con el que se ahogó, a veces esa persona queda inconsciente entonces lo que se aplican son las maniobras para liberar esa obstrucción de la vía aérea. «En el caso de que una persona tenga obstrucción de la vía aérea y con las maniobras no se pueda liberar esa vía aérea y pierda la conciencia se aplica la técnica de RCP pero son dos técnicas distintas. Lo importante es ver si la persona está consciente o no para ver cómo accionar y saber qué es lo que pasó para saber qué técnica hay que aplicar», detalló.
El curso enseñó técnicas para reanimar manualmente y a través del desfibrilador. «La particularidad que tiene el desfibrilador es que no es necesario saberlo usar porque cuando empezás a accionar el aparato te va guiando de manera completa. Si no hay forma de aplicarlo en ese momento son las técnicas particulares de RCP», dijo
Schaab agregó que es importante actuar rápido, «si tenemos el conocimiento podemos actuar con rapidez, eso puede ser camino a encontrar el profesional o sanatorio capacitado, pero es bueno tener las herramientas en lo doméstico por si te pasa en tu casa, escuela, o vía pública y alguien lo necesita».
Más adelante Roth aseveró que «si estamos hablando de una persona que perdió el conocimiento, cuanto antes sea atendido más chances de facilitar la situación hay». Dijo además que la idea de saber aplicar éstas técnicas es aprender también lo que no hay que hacer, «cuando alguien convulsiona o se desmaya a veces no sólo no sabemos qué hacer, si hacemos cosas que no son favorables, si no tenemos acceso directo a que venga una ambulancia o se demora y no se actúa de manera correcta y se actúa desfavorablemente también es bastante crucial, y la información que el acompañante de la víctima pueda tener, por ejemplo, cuántos minutos convulsionó, si hizo pausas, que ingirió, cómo se hizo la obstrucción, es información que al personal sanitario le sirve muchísimo, por eso creemos que es una herramienta, tanto el RCP de adultos como el pediátrico».
Luego consideró que es importante que todos lo aprendan, «que todo el mundo tenga conciencia de que le puede pasar a uno y que quisiera que lo salven y también de tener la responsabilidad ciudadana para salvarle la vida al que está al lado».
Al ser consultadas sobre en cuánto tiempo se debe socorrer a una persona dijo que en cuanto a los tiempos no hay especificaciones, Roth dijo «cuando hablan de resucitación te hablan de 15 o 20 minutos y si la persona no reacciona se la declara fallecida, pero hay casos en que el personal sanitario no se resigna y reanima 45 minutos y saca a la persona, entonces no hay tiempos específicos ni establecidos. En el caso de las convulsiones se cuenta cuanto tiempo dura la convulsión, cuanto tiempo de pausa y cuantas convulsiones tiene. Pero obviamente mientras uno antes llegue cuando una persona empieza a convulsionar y pueda acceder a la medicación para frenar las convulsiones o inyectar algo para que la persona pueda reanimarse siempre el menor tiempo es lo ideal».
Las entrevistadas insistieron en la importancia de aprender cómo actuar en éstos casos, «a veces hay casos donde llamás a la ambulancia y tenés la mala fortuna de que esté en un accidente, siempre y cuando uno sepa que esa persona pueda ser trasladada en un auto particular a veces es mejor salir y llevarla por cuenta propia. A veces un accidente de tránsito en la que el paciente tiene una fractura y no está estabilizada hay que esperar, por eso está bueno saber cómo actuar, si cargarla en el auto o saber que no la puedo tocar porque no le estoy generando un bien, tengo que esperar que venga sí o sí el sistema sanitario o el sistema de emergencia».
Sobre el taller de RCP pediátrico, OVA y Primeros auxilios, Schaab dijo que brinda herramientas que faltaba, a la que no se tiene acceso habitualmente. «Está bueno pensar en eso para nosotros y nuestros hijos, y ser solidarios con el otro. Sofía enseña qué tenemos que hacer y qué no hacer para no complicar la situación, justamente aprender esa reacción rápida».
Roth por su parte siguió diciendo que la diferencia entre el miedo a accionar y no poder accionar con accionar está en la información, «saber qué no tenemos que hacer si sucede un accidente. No tiene sentido que todo el mundo se acerque si hay que dar espacio, o si tenemos que pegar hacer el golpe correcto con la intensidad necesaria, ahí está el poder de la información y de conocer ésta herramienta, es algo que pasa de manera cotidiana, es saber lo que uno tiene que hacer y que no, eso hace mucha diferencia».
Finalmente dijo que aprender éstas técnicas de reanimación y prevención es un deber ciudadano, que se hace por solidaridad. «Uno lo hace por el otro, no por uno», dijo. Luego contó que muchos de los que hacen el curso es gente a quienes les pasó algo particular y no supieron cómo accionar, «cuando llegaron al sistema sanitario y les empezaron a preguntar muchas veces responden que se hicieron cosas que no ayudaron y no hay peor cosa que te digan que a tu hijo por más que lo hayas querido ayudar no hiciste algo correcto. La idea de ésto es poder prevenirlo. Ojalá nunca tengamos que usar éstas herramientas pero en el caso que sí, hacerlo de la manera correcta».
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