Pablo Sánchez presidirá la nueva asociación civil conformada entre diez empresas de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos. La firma se concretó con la presencia del secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.
El Clúster de Proteínas Vegetales Argentinas quedó conformado formalmente este martes en la Secretaría de Bioeconomía de la Nación, cuya presentación se llevó a cabo ante la presencia del secretario Fernando Vilella, del subsecretario de Mercados Agroalimentarios Agustín Tejeda Rodríguez y demás organismos y entidades afines.
En total son diez empresas dedicadas al procesamiento de soja texturizada, sus derivados y legumbres, que firmaron la creación del Clúster. Se incluye a El Talar, América Pampa Agroindustrial SA, ValoraSoy SA, Laboratorios Argentinos Farmesa SAIC, Galpro SRL, Latam Agroservicios SA, Proteínas Argentinas SA, La Troja SRL, Porta Hnos SA y Bionutrir SA.
En diálogo con Dos Florines, Sánchez valoró el trabajo que vienen realizando como sector entre las empresas localizadas en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires. En ese sentido, destacó los tres ejes centrales que trazaron: “Uno es abrir mercados, otro es comprar una materia prima especial para productos diferenciales y el tercero es darle institucionalidad que logramos con la firma de la sociedad civil”, señaló.
El empresario recordó que la cadena comenzó a reunirse hacia fines de la gestión del Gobierno nacional pasado, unidos ante “el terror en el momento del dólar soja”. “La mayoría son empresas que exportan y el dólar no era competitivo. Eso hizo que habláramos entre nosotros para buscarle la vuelta. Lo primero que debíamos hacer era darle institucionalidad”, indicó.
En esa línea, consideraron que la figura del clúster era la más oportuna para nuclear a las empresas con alto valor agregado. Además, advirtieron que ello era necesario para poder acceder a financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que permitiera avanzar en un proyecto de “mejora continua”. “Para lograrlo, era necesario avanzar en este programa y fue el disparador”, acotó.
Por otro lado, puso en valor que debieron priorizar los objetivos comunes. “A partir de esa unión, lo primero que debimos hacer fue romper la competencia entre una con otra. Esa fue la primera barrera que tuvimos que atravesar, para ser alguien aún siendo competencia. Entendimos también de que solos no podíamos llegar a todos los lugares y que juntos era posible. Esa fue una fortaleza para conformar el Clúster”, reflexionó.
Finalmente, respecto de las políticas que está implementando el gobierno de Javier Milei en el área de Bioeconomía, opinó: “Estamos totalmente de acuerdo con las líneas de pensamiento. Eso no quiere decir que lo vamos a lograr, pero coincidimos plenamente en el criterio y la lógica del valor agregado en origen, de abrir mercados y ser diferentes. Desde ese punto de vista, es muy alentador. Luego vendrá la ejecución de esas medidas, aunque es un gobierno que recién inicia. En principio, estamos alineados”.
Tipificación de productos
En otro orden, Sánchez comentó que de manera previa a la conformación del Clúster, participó de la reunión con Pablo Moron, director Nacional de Alimentos y Desarrollo Regional, esta vez en representación de la Federación de Cámaras Extrusoras y Biopymes. En ese marco, se trabajó sobre la tipificación del expeller y aceite libre de solventes.
“Eso nos llevaría a un producto diferenciado y trabajar sobre la posición arancelaria de manera diferente a la que está hoy. Se trata de un producto que no sale de la industria sino de la prensa de extrusión”, explicó, y anticipó que se acordó conformar una mesa de trabajo para tratar este tema en particular.