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Con un área implantada con soja de primera en la provincia de aproximadamente 500.000 hectáreas, el estado fenológico de la misma se ubica desde R4 (fin de formación de vainas) a R7 (madurez fisiológica), confirmaron desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, a través de su “Sistema de Información”.
La entidad destacó que gran parte del área cultivada permanece dentro de su período crítico e indican que, si bien la precipitación acumulada de febrero tuvo una disminución del 32% (46 mm) e impuso hacia su finalización un escenario de sequía (que obviamente perjudica alcanzar el rendimiento potencial), desde los primeros días de marzo se registraron cuantiosas lluvias en toda la región que generaron un contexto muy favorable.
A partir de las consultas efectuadas a la red de colaboradores, la BCER comunicó que la condición de la soja está entre “Muy buena” o “Buena”, un 68%; “Regular”, 28% y “Mala”, 4%.
Al visualizar la condición de la soja de primera por zonas, se señaló que “el sector Sur presenta la mayor parte del área calificada de buena a muy buena, ya que ha sido la región donde las precipitaciones han sido más abundantes. En contra-partida, el sector Norte, donde los valores fueron de menor consideración, existe tan solo el 50% de la superficie entre esas categorías”.
El SIBER informó que en la provincia, la superficie cultivada con soja de segunda se ubica en alrededor de 550.000 has, al igual que para el caso de la de primera, aunque aclaró que el valor definitivo será ajustado al finalizar la clasificación de las imágenes satelitales.
“El estado fenológico se posiciona entre R2 (fin de floración) a R5 (inicio de llenado de granos), las precipitaciones han sido muy oportunas, ya que el cultivo se encuentra dentro del período crítico. No obstante, el pulso seco de diciembre generó un menor desarrollo, la disminución de la densidad de plantas por metro cuadrado e incluso la pérdida de hectáreas, efecto negativo que no llegará a ser compensado con las actuales reservas hídricas.
