Las pérdidas económicas que podría sufrir la producción de trigo a causa de la sequía, según distintas proyecciones, podrían ir desde los US$2.500 millones hasta los US$ 4.000 millones respecto a lo obtenido en el ciclo anterior.
Los nuevos recortes que la Bolsa de Comercio de Rosario y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizaron en la última semana en la estimación de producción de trigo dieron cuenta sobre las pérdidas económicas que podría sufrir el sector en la actual campaña a causa de la sequía, que según distintas proyecciones podrían ir desde los US$2.500 millones hasta los US$ 4.000 millones respecto a lo obtenido en el ciclo anterior.
En los últimos días, producto de la sequía y las heladas tardías, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ajustó la previsión de cosecha de trigo a 11,8 millones de toneladas, mientras que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) lo hizo hasta las 12,4 millones de toneladas.
En ambos casos, estos recortes significaron una merma cercana al 50% respecto a producido en la campaña fina pasada, equivalente a una caída superior a 10 millones de toneladas.
La Secretaría de Agricultura, que no modificó aún su cálculo de 16 millones de toneladas de trigo para la presente campaña, sí actualizó la superficie afectada por la sequía, como paso previo de lo que sería el ajuste que podría darse en lo que respecta a la previsión para la cosecha.
A partir de un informe de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, integrada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca junto a otros organismos gubernamentales, se estimó que la sequía ya afecta a 163.612.154 hectáreas, de las cuales 3,45 millones de hectáreas de trigo están en riesgo sobre un total de 6 millones de hectáreas implantadas.
Teniendo en cuenta la estimación de producción de trigo de la Bolsa de Comercio de Rosario de 11,8 millones de toneladas y comparándola con las 23 millones que se produjeron en el ciclo 2021/22, el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo, estimó una merma en los ingresos de US$ 4.400 millones.
Miazzo, en diálogo con Télam, dijo que «eso es lo que no se va a poder exportar y los dólares que no van a ingresar principalmente entre diciembre y febrero». Para el economista, esta situación impacta tanto en el sector productivo, como en la economía del país.
«En primera instancia, genera un problema al productor, que ve perder cerca de la mitad de la cosecha y, en segunda instancia, al interior productivo y todas las zonas trigueras, porque eso significa menos ingreso de dinero en las regiones, menos gasto, menos inversión y menos fletes», indicó Miazzo.
En cuanto al impacto en la actividad económica, el especialista indicó que «si bien el trigo solo no va mover tanto la aguja, sí lo hará si se termina complicando también el maíz y la soja. Eso va a generar un impacto en el PBI».
Por su parte, desde el Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) estimaron que las pérdidas provocadas por la sequía en los cereales de invierno, incluida la cebada, se ubican en torno a los US$ 2.500 millones y no descartaron que «de continuar presentándose heladas tardías intensas, esa cifra resulte aún más significativa».
Esta proyección se realizó en base a un informe elaborado por técnicos de las áreas de Agricultura y Economía de CREA, que abarcó a diferentes regiones del país.
Allí determinaron que el rendimiento promedio del trigo a nivel nacional sería de 22,1 quintales por hectárea (qq/ha), un volumen 27,7% menor al que se estimó en un principio.
En el caso de la cebada, la previsión es de 29,8 quintales por hectárea (qq/ha), un 23,5% inferior al potencial del cultivo en condiciones normales.
En base a estas proyecciones, desde CREA calcularon que la producción nacional 2022/23 de trigo será de 13,8 millones de toneladas, mientras que la de cebada se ubicaría en 3,9 millones de toneladas.
La Bolsa rosarina también realizó una estimación enfocada en la merma de ingresos que se producirían por menores exportaciones.
En base a los resultados de ese trabajo, las ventas externas de trigo de la campaña 2022/23 caerían 48% respecto al ciclo anterior como consecuencia del impacto productivo de la sequía y las heladas tardías, lo que significaría resignar ingresos por US$ 2.221 millones.
Tras el último recorte realizado por la entidad bursátil que ubicó la producción de trigo en 11,8 millones de toneladas, también se ajustó la proyección de exportaciones, con una caída de 8,9 a 7 millones de toneladas.
Si se toma en cuenta el volumen despachado en 2022, la merma en las exportaciones sería de 7,5 millones de toneladas.
De esta manera, las ventas al exterior de esta campaña se ubicarán en US$ 2.379 millones frente a los US$ 4.600 millones del ciclo 2021/22.