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Desde el Cluster del Pecán anticipan que el volumen de producción total de la actual campaña es mayor al obtenido en el ciclo anterior.
Si bien aún se esperan las precisiones de rendimiento global, dan cuenta que observan “notables diferencias” de acuerdo al manejo agronómico realizado en la temporada 22/23 y a las condiciones ambientales que se sucedieron durante la floración de 2023.
También se reportan, según zonas, perdidas de calidad durante la cosecha y poscosecha. Esto debe ser muy tenido en cuenta para la próxima temporada ya que es una pena perder la calidad de la producción (y por lo tanto disminuir su precio) por no realizar un adecuado manejo de la cosecha y el acondicionamiento (secado) de esa producción.
Lentamente se han comenzado las tareas de poda aunque se percibe resistencia a realizar esta práctica por el costo que implica pero debemos saber que es imprescindible su realización para asegurar la sustentabilidad de la producción de nuestros montes.
Indican que ya se están elaborando los planes de trabajo para la próxima temporada y aquí aparece un escenario de bastante incertidumbre y volatilidad respecto a los precios de los insumos. Se observa en general que el costo del nitrógeno se acerca a sus valores históricos pero no sucede lo mismo con el fósforo y el potasio que todavía presentan valores mucho mas altos que los históricos.
Recomiendan que ante una temporada que se estima tendrá un volumen productivo mucho más alto que la que acaba de terminar es muy importante mantener los niveles nutricionales de los montes en sus valores óptimos ya que si no volverán a caer productivamente en la temporada siguiente.
Desde la zona norte de Entre Ríos, Walter Silva Muller, dio cuenta de que se está en pleno reposo invernal con la cosecha ya terminada y con rendimientos dispares y menores a los esperados. Y que se observaron problemas durante la cosecha por falta de piso y por falta de mano de obra, lo que ha repercutido en la calidad de las nueces con muchas nueces manchadas y/u oscuras
Desde el centro y sur, Mariano Marcó sumó que también terminaron la recolección, complicada por los excesos de lluvias y porque este año se observó una compactación en la madurez de todas las variedades lo que achicó la ventana de cosecha. Esto, sumado a la falta de piso y lluvias abundantes, repercutió en la calidad lograda y también ha provocado pérdidas de producción. A pesar de esto los volúmenes de producción logrados se mantuvieron en valores semejantes a la temporada pasada y, en general, con tamaños grandes y buenos porcentajes de llenado.
En el sudoeste entrerriano Carolina Holzheier aportó que la primera quincena de julio se caracterizó por un marcado descenso térmico, a raíz de una intensa ola de frío polar, acumulando 59 horas con temperaturas por debajo de 0°C y 109 horas con temperaturas por debajo de 3°C, situación que genera un impacto positivo en la sumatoria de horas de fríos en los montes.
