Entre Ríos se encuentra entre los distritos con más nivel de donaciones de órganos. En lo que del año se hicieron 20, dos de ellas esta semana.
Un despliegue operativo pocas veces visto tuvo lugar en la ciudad de Paraná entre el lunes y el martes. Cuando es inminente la muerte de pacientes que han dado su consentimiento para ser donantes de órganos se activa un protocolo que beneficia a personas que sueñan con mejorar su calidad de vida. En pocas horas un equipo médico-quirúrgico, que generalmente es convocado desde diversos puntos del país por el Instituto Nacional Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), interviene en un proceso a contrarreloj que comienza cuando se detecta un posible donante y finaliza cuando los órganos y tejidos se implantan en una persona.
Según datos proporcionados por el Centro Único Coordinador de Ablaciones e Implantes de Entre Ríos (Cucaier), en el primer cuatrimestre del año se realizaron 20 donaciones, una cifra que demuestra que se va retomando el proceso previo a la pandemia.
“En los dos años anteriores por el tema de la pandemia no significaron mucho estadísticamente porque el país entero y la provincia incluida había venido creciendo lento pero paulatinamente a través de los años. Y la pandemia nos puso en una situación absolutamente distinta y no se puede comparar con los años anteriores. Podemos decir que este año estamos retomando un ritmo parecido al anterior de la pandemia: llevamos 20 donaciones en Entre Ríos y estamos recién en el primer cuatrimestre. El índice se toma en el año calendario, es un poco temprano para hacer números, pero vemos que estamos retomando aquel ritmo que tanto nos caracterizó”, destacó el responsable del área de Comunicación y de Educación del Cucaier, Pablo Sors.
Cuando se comenzó a tomar conciencia de la importancia de donar órganos y en Entre Ríos se constituyó el Cucaier, al igual que una red de trabajo tendiente a sentar las bases de un proyecto que consolidó en el tiempo, los índices de donaciones fueron creciendo paulatinamente. A mayor cantidad de donantes voluntarios, se renuevan las oportunidades de los pacientes en lista de espera, que se mantiene en un promedio de 200 en Entre Ríos.
De acuerdo a una nómina elaborada por el Incucai, en la actualidad son 202 los entrerrianos que esperan por un órgano, siendo 139 de ellos pacientes renales, 30 necesitan un hígado, mientras que también es alta la demanda de córneas y tejidos. Consultado al respecto, Sors manifestó que “proporcionalmente, Entre Ríos tiene su presencia en las listas de espera, es un número que va cambiando, ya que ingresan pacientes en la lista y otros salen. Pero en general durante bastante tiempo ese número se ha mantenido en unas 200 personas. La mayorías de ellas son pacientes renales; los pacientes renales no son solo entrerrianos, sino también en el país y en el mundo, son los más numerosos en la lista porque la enfermedad renal a través del tiempo ha ido creciendo. Ha habido mayor incidencia y porque el paciente renal tiene ante la pérdida de la función de un órgano un tratamiento supletorio que es la diálisis; el resto de los órganos no ofrecen esa posibilidad”.
En efecto, son muchos los pacientes renales que llevan varios años realizando tratamientos de diálisis, básicamente para mejorar su calidad de vida, aunque no pierden la ilusión de poder ser trasplantados. Esa posibilidad también está sujeta a diferentes variables, planteó el vocero del Cucaier. “A la cantidad de donantes que haya, pero además a cuestiones de compatibilidad que son bastantes difíciles y eso hace que la persona pueda estar varios años en una lista de espera. Hay otras compatibilidades que son como más generales y tal vez en poco tiempo la persona pueda ser trasplantada. Como no suele haber situaciones de emergencia nacional como con otros órganos, como lo puede ser el corazón, pulmones o hígado, la lista de Incucai tiene prevista una preferencia de los pacientes en las provincias con más donantes. Cuantas más donaciones tiene una provincia, mejores posibilidades tienen los pacientes renales inscriptos en esa provincia para poder trasplantarse”, detalló Sors en declaraciones a UNO.
Se trata de una tendencia que tiene su correlato en la actualidad al no darse una emergencia nacional de pacientes renales, a diferencia de lo que sucede con pacientes que necesitan otros órganos. “Las puede haber porque una situación de emergencia para un paciente renal es el momento en que está complicado para conectarse a la máquina de diálisis. Se conectan a través de los vasos sanguíneos, entonces cuando ha tenido mucho tiempo en diálisis ha ido cambiando los lugares del cuerpo por donde se conecta, generalmente son los brazos, y puede que con el tiempo tenga que cambiar. Al quedarle una sola opción, se considera que ese paciente ingresa en emergencia nacional”, explicó el entrevistado.
En cuanto a los pacientes que esperan por otros órganos, Sors consignó: “Se trata de una situación móvil y hay pacientes esperando un hígado, un corazón, también tenemos pacientes pulmonares en la provincia. Una persona puede entrar en lista de espera por una falla hepática sorpresiva, por ejemplo por una intoxicación. Son situaciones de muchísima emergencia y puede estar poco tiempo en la lista. O porque su situación de emergencia los pone muy arriba en las listas y entonces se puede trasplantar o porque lamentablemente pueda fallecer”.
Talleres para docentes
El Cucaier brinda talleres para los docentes a través de un convenio con el Consejo General de Educación (CGE) con el fin de afianzar la concientización sobre la importancia de donar órganos. “La escuela es un lugar estratégico para abordar los temas”, completó Sors.