Aún no hay fecha cierta para el regreso de la competencia y los equipos implementan distintas estrategias para suplir las bajas o mantener la base del último torneo. Mucha se van a Europa buscando mejores condiciones económicas y deportivas. Aparece en esa nómina la crespense Sofía Schell.
Tras su primera temporada bajo el semi-profesionalismo, la Primera División del fútbol femenino argentino atraviesa momentos de cambios. A pesar de que aún no hay fecha cierta para el inicio de la temporada 2020-21, los equipos comienzan a rearmarse y los clubes han adoptado diferentes estrategias para afrontar el nuevo certamen.
En las últimas semanas ha habido muchos movimientos en el mercado de pases y un grupo nutrido de jugadoras ha anunciado que seguirá sus carrera en el exterior. La creciente visibilización del torneo nacional ha hecho que equipos de Europa posen sus ojos sobre las futbolistas albicelestes. A partir del ofrecimiento de condiciones superadoras en lo económico (sueldos en euros, alojamiento, viáticos y una dedicación exclusiva al fútbol) y también en lo deportivo, muchas han decidido hacer las valijas.
Esto ha puesto en jaque a algunos equipos, que han tenido que afrontar un fuerte rearmado y que ya están trabajando con distintas alternativas para nutrir sus planteles. Otros clubes, en tanto, han decidido apostar a mantener la base y han anunciado la renovación de los contratos vigentes en la última temporada, que fue dada por finalizada a raíz de la pandemia de coronavirus (no hubo campeonas ni descensos y la clasificación a la Copa Libertadores fue para Boca Juniors, que era líder al momento de la suspensión).
Germán Portanova, entrenador de la UAI Urquiza, es consciente de las dificultades que presenta la situación y considera que el club atraviesa el cierre de un exitoso ciclo. Lejos de ser pesimista, lo piensa como una oportunidad para darle inicio a un nuevo proyecto. “Creemos que este es el fin de un proceso extraordinario. Desde 2014 trajimos chicas jóvenes de las provincias que eran buenas jugadoras, pero que necesitaban un volumen de juego, una idea y crecer en lo táctico y en lo técnico. A lo largo de los años se fue dando y por eso llegaron títulos, pero lo que en realidad buscábamos era tener una ideología de juego y una forma de transmitir este fútbol femenino a los demás. Creo que eso se fue logrando y, al mismo tiempo, se dio un crecimiento a nivel del equipo y en lo individual. Hoy muchas de estas chicas se van a jugar a Europa y esa es una de las partes del éxito del proceso”, sostuvo el DT en diálogo con Infobae.
El equipo que supo dominar el fútbol femenino nacional en los últimos años se verá obligado a emprender una reconstrucción de su plantel casi desde cero. La idea del cuerpo técnico es repetir la fórmula de traer un buen número de jugadoras talentosas del interior del país, las cuales se sumarán a las jóvenes que serán subidas desde la Reserva y a las referentes que quedan del actual plantel. A Portanova no le preocupa que este fuerte recambio relegue al Furgón de la pelea por el título: “Puede suceder que no estemos en los primeros planos, pero estamos siguiendo nuestro proyecto. Obviamente nos gusta ganar, ser campeones y protagonizar. Lo vamos a intentar, pero tal vez no se nos dé esta vez por la juventud que va a tener el plantel. Con el tiempo, si las jugadoras se quedan y cumplen un proceso de crecimiento, seremos lo que somos hoy”.
Para Antonio Spinelli, entrenador de Racing, la salida de las jugadoras al exterior debería ser tomado como “algo natural”. “La dinámica del fútbol femenino va creciendo a un ritmo tal que estamos empezando a adoptar las mecánicas del fútbol masculino y somos un país que tiene dos fuentes de ingreso máximas en su PBI: la agroexportación y la exportación de futbolistas. El fútbol femenino no es la excepción porque materia prima hay”, señaló El Tano.
“A las argentinas las vienen a buscar porque juegan bien y porque es un mercado apetecible: por un sueldo de unos mil euros por mes se llevan a una jugadora de Selección”, explicó Spinelli y aseguró que esta nueva dinámica obligará a los clubes a poner el énfasis en sus inferiores. En ese sentido, La Academia lleva un trabajo de varias temporadas de fortalecimiento de las juveniles y la idea es suplir las bajas con la promoción al plantel de Primera de al menos diez jugadoras que militan en la Reserva y en la Sub 16.
El conjunto de Avellaneda anunció hace algunos días la renovación de seis contratos, que se suman a los dos que ya estaban vigentes. “Tenemos un proyecto a largo plazo y una de las políticas es la extensión de los contratos. Estamos armando un plantel formador y sabemos que el mercado europeo empieza a mirar al fútbol argentino. La realidad es que ni terminamos entre los primeros cinco del torneo y aún así se nos van dos jugadoras afuera. Y podrían haber sido más. Entonces, a las jugadoras que rindieron bien y que son jóvenes decidimos hacerles contrato a largo plazo pensando en su formación y teniendo en cuenta que necesitan un par de temporadas más acá. Si después las viene a buscar, nadie les va a cortar las alas”, señaló el entrenador.
El Tano evaluó los distintos escenarios que se plantean ante esta nueva dinámica del fútbol femenino argentino. Opinó que la salida de jugadoras al exterior va a potenciar a la selección nacional, aunque también expresó su preocupación por el posible crecimiento de las brechas entre los equipos más poderosos del torneo local -que tienen más recursos económicos- y los más chicos, algo que atentaría contra la posibilidad de tener una liga más pareja y competitiva.
Un caso muy distinto al de la UAI Urquiza y Racing es el de River, que ha apostado a la firma de 20 contratos, aún cuando la AFA obliga a tener solo ocho de aquí a diciembre de 2020. El Millonario fue aún más lejos y, además, cerró cinco refuerzos de jerarquía para ir en busca de un título que se le niega desde 2017.
“Tomamos la decisión de firmar 20 contratos porque estamos convencidos de que es la forma de hacer crecer el deporte. Sin inversión, es imposible. Es necesario el compromiso de todas las partes y el apoyo del club para que pueda desarrollarse la actividad y seguir evolucionando. Tenemos en claro que falta un montón, pero es una apuesta muy grande la que está haciendo River. Lo que vamos a conseguir con esto es que, de a poco, las chicas se puedan dedicar de lleno al fútbol. Eso va a hacer crecer a la disciplina en general y al fútbol de River en particular. Lo va hacer mucho más visible para todo el mundo”, afirmó Gabriela Cenóz, Secretaria de la Comisión de Fútbol Femenino del club de Núñez.
De los contratos que firmó River, solo uno es hasta diciembre de 2020. La mayoría es hasta finales de 2021 y los de las jóvenes con mayor proyección vencen en diciembre de 2022. Con esta política, los directivos del Millonario buscan anticiparse a una nueva realidad que prevén que se acentuará el próximo año. “Esta vez no hubo compra-venta entre clubes, eso todavía no está instalado, pero el año que viene todo va a ser diferente. Los contratos van a vencer en diciembre, por lo que van a estar vigentes en junio cuando sea el mercado de pases europeo. En ese momento necesariamente van a tener que negociar con los clubes argentinos para llevarse una jugadora, ya sea por cláusula de rescisión o compra del pase”, adelantó Cenóz.
Con este análisis, la dirigente de River describió una situación actual: las jugadoras que se van al exterior lo hacen con el pase en su poder y los clubes no reciben -en la mayoría de los casos- ningún tipo de compensación económica por la transferencia. En ese marco, crece un negocio hasta hace poco impensado en el fútbol femenino: el de los representantes y las agencias.
Cenóz reveló que hubo una jugadora del actual plantel que estuvo cerca de irse al exterior, pero terminó privilegiando el proyecto a largo plazo que tienen para las Millonarias. “No tuvimos muchos problemas para retener a las jugadoras porque están muy convencidas y estamos muy alineados entre el plantel, el cuerpo técnico y los directivos. Antes era muy frecuente que se fueran a equipos (fuera del país) que les ofrecieran alguna mejora en la condición económica, pero sin que eso representara realmente el sacrificio del desarraigo. Hoy eso no sucede porque priorizan todo lo que saben que se viene a nivel local”, consideró.
En Gimnasia La Plata están convencidos de que “mantener la base del plantel es empezar con el pie derecho” y por eso renovaron con una extensión de 18 meses la mayoría de los contratos de la última temporada, incluido el de Milagros Díaz, capitana e integrante de la selección argentina. Además, sumaron como refuerzo a Camila Uzqueda, ex UAI Urquiza. A partir del próximo torneo, el equipo tendrá como DT a Mariano Maida.
“Para Gimnasia el fútbol femenino es una conquista y todo lo que hacemos lo pensamos como una forma de sumar y no de restar. Todos los estamentos del club entienden eso y saben que el femenino es lo que se viene y lo que hay que apoyar. El tema de la pandemia te hace repensar muchas cosas porque está todo parado y los ingresos se cortaron, pero pudimos hacer diferentes gestiones, incluso el ATP del Gobierno, y así mantener el mismo presupuesto que veníamos manejando. Después de mucho esfuerzo pudimos renovar casi al 100% de las jugadoras”, recalcó Juan Manuel Bova Cardoso, integrante de la Comisión Directiva y uno de los encargados del fútbol femenino del Lobo.
La temporada 2019-2020 marcó el debut de Las Triperas en la Primera División luego de haber logrado el ascenso y fueron uno de los equipos sensación, no solo por su idea de juego y sus buenos resultados, sino por las acciones que se encararon desde el club. El equipo jugó en varias oportunidades en el Bosque -el estadio principal- y también fue el primer conjunto femenino del mundo en estrenar una camiseta del club.
En La Plata no tuvieron mayores problemas para retener a las futbolistas, pero son conscientes de que una eventual oferta de un club europeo es difícil de igualar en el ámbito local. De todos modos, Bova Cardoso cree que las instituciones serán las responsables de sostener proyectos para que el torneo argentino pueda ser potenciado. “Si se van las mejores, en el corto plazo vamos a perder, pero lo importante es que los clubes apuesten a futuro, como nosotros”, sostuvo.
A raíz de la pandemia de coronavirus, lo más probable es que el torneo femenino no comience este año y que la nueva temporada recién se inicie a principios de 2021. Boca y San Lorenzo, dos de los equipos más poderosos, aún no han anunciado sus novedades.
De aquí a los próximos meses se avecinan muchas noticias y movimientos. Esto se debe, además, a que en la actualidad aún se presentan situaciones complejas y desiguales: mientras algunas jugadoras se van a jugar al exterior, otras tienen que dejar la actividad por no tener contratos y por no poder compatibilizar la práctica del fútbol con sus otras tareas (trabajo, estudio, labores de cuidado, etc.).
La realidad marca nuevos retos: la salida de las futbolistas a Europa deja en claro que Argentina es un semillero de talentos y potencia a la Selección nacional por el roce que adquieren sus integrantes. Al mismo tiempo, se produce una fuga de talentos del certamen local. La firma de contratos a largo plazo podría ser un atractivo para que las jugadoras se queden en el país y tengan una dedicación casi exclusiva al deporte. Del mismo modo, los clubes se verán obligados a reforzar el trabajo en las juveniles y a abrir espacios para la formación temprana de las mujeres. Son distintas aristas de una actualidad que pone sobre la mesa el crecimiento del fútbol femenino, un proceso en el que no hay vuelta atrás.