Según la Cámara de Industriales Molineros, la industria posee una capacidad ociosa instalada del 50%.
«Sin derechos de exportación, la molinería argentina tiene la posibilidad cierta de convertirse en un pilar de la recuperación económica que el país necesita», aseguran.
Y piden con urgencia la quita de derechos de exportación a la harina de trigo. “La molinería argentina tiene la posibilidad cierta de convertirse en un pilar de la recuperación económica del país, ya que posee una capacidad ociosa instalada de aproximadamente el 50%”, señalaron desde la entidad. Y aseguraron: “Podemos llegar a exportar hasta alrededor de 5,5 millones de toneladas de harina de trigo al año, teniendo en cuenta que actualmente sólo exportamos alrededor de 600 mil/año. Para lograrlo, necesitamos que desaparezcan los Derechos de Exportación (DEX), no que se los aumente”.
Si bien manifestaron comprender la necesidad y la urgencia del Gobierno Nacional recientemente electo en tomar medidas para atravesar la “grave crisis actual”, aseguraron que es “imperiosamente necesario que todos pongamos por delante el interés del conjunto por sobre los intereses particulares”.
Los principales destinos actuales de exportación de harina de trigo son Brasil y Bolivia. Los volúmenes –expresan desde la entidad- vienen decayendo año a año, “sobre todo debido a la brecha cambiaria que favorecía el contrabando en detrimento de la exportación”. El resto de los destinos potenciales, como el África Subsahariana, Sudeste Asiático, América Central y Caribe y otros países de Sudamérica, presentan dificultados. “Cargamos con desmesurados costos logísticos y de fobbing. Y además, somos castigados con un 7% de DEX, cuando nuestros competidores no tienen que soportar esas cargas, por el contrario, siendo que algunos subsidiados por sus gobiernos como el caso de Turquía, nuestro principal competidor”, indicaron desde la Cámara.