A días del desesperado pedido de su madre, la niña de 11 años que padece atresia de esófago, regresó a las clases de danza con el grupo folclórico «Presagios De Mi Tierra».
Milagros, la nena de 11 años –cumple 12 el 1º de agosto- que nació con atresia de esófago, una malformación congénita por la que el esófago no se desarrolla apropiadamente y provoca un trastorno del aparato digestivo, sigue luchando, todos los días, para mejorar su calidad de vida.
Hace apenas unas semanas, logró empezar a alimentarse satisfactoriamente otra vez, tras el cambio de la sonda que llegó a pocas horas de la difusión del desesperado pedido de su madre. La niña recibió el cambio por radioscopia en la sala de Rayos del hospital materno-infantil San Roque de Paraná y ahora continúa con sus actividades habituales, entre ellas, su gran pasión: la danza folclórica.
Ya fue operada más de cuarenta veces -la primera fue a los ocho días de vida, por una gastrostomía- y su familia está esperanzada en que en un futuro una nueva cirugía la ayude a dejar definitivamente la sonda gástrica por la que está obligada a alimentarse con una leche especial y abandonar por fin su mochila de oxígeno, ya que también padece una fibrosis pulmonar como consecuencia de su misma dolencia.
Milagros debe utilizar de manera permanente su mochila de oxígeno para poder respirar y una sonda gástrica por la que está obligada a alimentarse con una leche especial, pero eso no le impide disfrutar de su gran pasión: la danza.
A pocos días del dramático momento que narró su propia mamá, pidiendo soluciones al gobierno provincial, rogando el cambio de la sonda, que se le había salido de los intestinos y estaba en el estómago, deteriorada, atentando contra la debilitada salud de Milagros, la propia madre compartió en sus redes sociales un video en el que ahora se la ve sonriendo y disfrutando de su pasión.
La menor es parte del grupo folclórico Presagios De Mi Tierra. El año pasado, cumplió uno de sus sueños y bailó frente a una multitud en el Teatro 3 de Febrero con el grupo de danzas folclóricas. Dispuesta a cumplir sus sueños, no permite que estos artefactos con los que debe convivir limiten sus actividades. Gracias a su voluntad, ganas y empeño, brilló en el escenario y continúa con el aprendizaje de la danza y sus ensayos.