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La combinación de heladas tardías, escasas precipitaciones y elevadas temperaturas generaron un escenario adverso para el cultivo de maíz de primera.
En Entre Ríos se implantaron alrededor de 420.000 hectáreas de maíz de primera correspondientes al ciclo 2022/23, según reportan desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos.
El estado fenológico del cereal se concentra entre floración e inicio de llenado de granos. El cultivo se encuentra dentro del periodo crítico, el cual abarca los 15 días previos y posteriores a la floración, donde el déficit hídrico o térmico impacta negativamente en el rendimiento potencial. La condición general del cereal a nivel provincial: Muy buena 1 %, Buena 23 %, Regular 43 % y Mala 33 %.
La precipitación promedio en este bimestre se sitúa en 229 milímetros el ciclo 2021 tuvo una caída del 36% , la cual ha sido superada por el ciclo 2022 que tuvo una merma del 58%.
Al analizar las temperaturas máximas, observaron que en el año 2021, entre octubre y noviembre se registró un total de seis días con máximas superiores a los 35°, mientras que para el mismo periodo en el año 2022 el valor asciende a 19 días.
La combinación de heladas tardías, escasas precipitaciones y elevadas temperaturas generaron un escenario adverso para el cultivo de maíz de primera. Los factores mencionados causaron una importante caída en la condición del cereal, ocasionaron una reducción del 54 % en las categorías buena a muy buena, desde mediados del mes de noviembre a mediados de diciembre.
Por el andarivel de la soja las cosas son distintas pero igual de críticas porque la implantación no termina.
En función de nuevos análisis efectuados sobre la intención de siembra de soja, la Bolsa proyecta para el ciclo 2022/23 un área total de 1.060.000 hectáreas, cifra muy similar a la campaña anterior. No obstante, el área definitiva será determinada luego del procesamiento de imágenes satelitales.
A la fecha, estima que en la provincia se logró implantar el 59%, lo cual muestra un retraso del 31 % con respecto a la misma época del año pasado que contaba con un progreso del 90 %.
El área destinada a la siembra de soja de primera se posicionaría alrededor de 490.000 hectáreas, por ende se estima una caída interanual del 11% y representaría el 46 % del total cultivado.
A nivel provincial, se implantó el 80 % del área planificada, lo cual evidencia un retraso del 20% si se lo compara con lo concretado a esta altura del mes el año pasado y del 18 % en relación al promedio de avance de las últimas cinco campañas.
Y el área destinada a la siembra de soja de segunda se situaría en aproximadamente 570.000 hectáreas, lo que representaría un crecimiento interanual del 13% y abarcaría el 54% de la superficie total.
En la provincia se concretó tan sólo el 41 % de la intención original, esto indica una demora del 39 % en base con lo reportado el año pasado a medidos de diciembre, como así también al comparar con el promedio de los avances durante el último lustro.
