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Columna de Opinión
El relato trascendió de una colaboradora cercana a la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, donde va trasmitiendo en vivo (hasta que fue apresada, y silenciada) su propia detención, ejecutada por uno de los «grupos de tareas», (comanditas) que responden directamente al dictador Maduro, siendo trasladada a lugar desconocido (un NN mas entre los miles que el régimen está ejecutando), posiblemente al «Helicoide», (edificio de detención de presos políticos y tortura), símbolo de la represión salvaje del régimen, y emulo en nuestro país de lo que funciono en «la Esma» durante la última dictadura militar.
Actitudes como esta, que con esa metodología represiva y salvaje, están profundizado las detenciones y desapariciones de varios miles de venezolanos que no comulgan con la ideología y metodología del régimen, nos traslada automáticamente a lo ocurrido en nuestro país durante la última dictadura militar, donde la detención, desaparición, tortura, arrojar personas vivas al mar y la apropiación de hijos de detenidos, ocurría casi a diario.
A pesar de ello he leído y escuchado algunas personas que han ensayado alguna justificación de lo que ocurre en Venezuela, apoyándose en la opinión de algunos países, también autoritarios como Rusia, China e Irán, que se tildan de progresistas de izquierda, tratando de ocultar que el dictador Maduro es el típico dictador populista y tan fascista como el mejor.
La confusión ideológica en algunas personas cercanas al poder es tal, como quedo evidente días atrás, cuando algunos diputados nacionales de la Libertad Avanza (LLA), críticos a la dictadura de Maduro, concurren a la cárcel de Ezeiza para saludar a algunos detenidos, condenados por genocidas, y haber cometidos crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
Entre estos estaba Alfredo Astiz con dos condenas a prisión perpetua por haber secuestrado a tres Madres de Plaza de Mayo, a dos monjas Francesas y a siete personas que militaban en Derechos Humanos tratando de encontrar algunos secuestrados desaparecidos, todo muy semejante a lo que pasa actualmente en la Venezuela de Maduro.
Estos diputados de La Libertad Avanza (LLA) niegan que estos condenados, fueran represores y los califican como «ex combatientes que liberaron batallas contra la subversión marxista», afirmando además, que los juicios llevados adelante. en forma ejemplar por jueces de la Democracia ,»son una farsa».
Es lamentable que a más de 40 años de la Democracia, tan trabajosamente recuperada a través del claro y valiente liderazgo de Raúl Alfonsín, haya representantes del pueblo como estos diputados del partido gobernante, que actúen de ese modo, sin siquiera razonar que ellos se puedan expresar de esta forma, por estar en democracia, esa que estos oscuros personajes, condenados por crímenes de lesa humanidad la pisotearon
Este hecho tan criticable, marca claramente la doble vara de algunos, donde «el autoritarismo de algunos dictadores amigos está justificado, pero si es condenable, cuando este dictador no simpatiza con estos legisladores del oficialismo y su entorno.
Nunca olvidemos que los dictadores, sean de derecha, de izquierda o de cualquier ideología, merecen el repudio de la sociedad y que la DEMOCRACIA, a pesar de los errores y defectos, sigue siendo el mejor sistema de vida.
Por todo esto, Maduro fue, es y seguirá siendo un dictador al que debemos repudiar, de la misma forma que en nuestro país, debemos repudiar a quienes fueron condenados por los Jueces de la Democracia, por crímenes de lesa humanidad
Por
Alberto Rotman
Ex Diputado provincial UCR

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