Luego de que en 2023 la producción cayera un 20% debido a la sequía, los volúmenes de extracción actual animan a quienes se dedican a la apicultura.
Luego de un 2023 en que la sequía tuvo en vilo a quienes se dedican a la apicultura y la producción de miel cayó en un 20% debido a la falta de floración, se espera este año un importante repunte en su cosecha en Entre Ríos, posicionada como la segunda provincia productora del país, después de Buenos Aires.
En este marco, Gustavo López, quien se dedica a esta actividad desde hace más de 45 años en la zona de Maciá y en años anteriores ocupó distintos cargos directivos en la Federación de Cooperativas Apícolas de Entre Ríos (Fecaer), incluyendo el de presidente, analizó la situación del sector y contó a UNO: “El año pasado fue el punto cúlmine La Niña, porque los dos años anteriores también teníamos este fenómeno, pero venían bien las cosechas. Pero en 2023 fue mala en realidad en nuestra zona y en otras más. Ya a partir de las lluvias que empezaron en octubre y noviembre, comenzó a cambiar el clima. Y desde entonces los campos están lindos, las floraciones están bien, y hemos ido cosechando un volumen considerable por colmena hasta ahora”.
Sobre este punto, precisó: “Según el productor, el promedio de extracción por colmena está ahora entre 20 a 25 kilos. Llevamos ya algunos un poquito más en lo que va de la temporada y contamos por delante con todo lo que queda de febrero. En esta zona tenemos en muchos casos la palma y ya está empezando a florecer la chilca también, que es lo que trabajamos nosotros en esta época. Así que viene bien la actividad”.
Según estimó, al finalizar la campaña se logrará una buena cosecha: “Estamos bien, calculamos que vamos a llegar a los 40 kilos. Para nosotros es una cosecha considerable esa cantidad por colmena”, afirmó, aunque aclaró que en otras zonas del país el resultado será variable.
Si bien en algunos lugares de la provincia las lluvias de fines del año pasado –a partir de octubre principalmente–, retrasaron la cosecha y esta labor empezó recién en enero, López mencionó que este tiempo le sirvió a varios apicultores para tener un crecimiento en las colmenas. “Después la miel se fue acumulando a partir de noviembre hasta diciembre, y se empezó a cosechar en enero”, indicó.
El productor evaluó que tendrán hasta fines de marzo, o incluso en algunos casos hasta entrado abril, para sacar miel, ya que es el tiempo en que se extiende en general la floración.
Producción provincial
De acuerdo a los datos oficiales, aproximadamente un 23% de la producción de miel de la Argentina se hace en Entre Ríos, aunque se estima que puede ser mayor este porcentaje en la actualidad. Sobre las particularidades de las mieles entrerrianas, López refirió: “Hay mucha cantidad de miel oscura, porque la provincia tiene variación de floraciones”.
En los 17 departamentos hay entre 2.600 y 2.700 apicultores inscriptos en el Registro Nacional de Productores Apícolas (Renapa), pero se estima que puede haber más, ya que hay pequeños productores que se dedican a la apicultura en una menor escala y permanecen sin registrar. “Inscriptos llegó a haber 4.500, pero estamos en eso más o menos en la actualidad en Entre Ríos”, aclaró el productor, quien comentó que la apicultura es una actividad que se desarrolla en general en toda la provincia, pero la zona más fuerte está en Concordia y Chajarí: “Es donde hay más aglomeración de apicultores y están los más grandes”, señaló.
Del total que se produce en Entre Ríos, alrededor de un 10% se destina al mercado interno y lo demás se exporta. “También son cifras que pueden variar, ya que muchos productores se guardan su tambor y lo venden de forma privada. Pero en general, es el 90% lo que se exporta. Son unos 65 o 70 millones de kilos los que se venden a otros países, Hoy nosotros estamos cobrando 1.300 pesos el kilo de miel oscura y 1.600 o 1.700 puede llegar a ser el precio del kilo de miel clara. La más clara de todas puede valer 1.800 pesos, pero nosotros no tenemos en este momento porque la abeja varía la floración”, explicó.
Con respecto al valor de exportación, mencionó: “Todavía se está reacomodando el tema del dólar con el precio de exportación. Hemos tenido buenos años en cuanto al precio transformado en dólar, pero no es así ahora”.
El apicultor recordó que los valores de los insumos en general se cotizan según la divisa extranjera y esto impacta en la rentabilidad: “El combustible ahora es lo que más nos afecta: para que la actividad sea rentable para un productor, el kilo de miel tiene que valer el equivalente a 2,5 litros de gasoil, pero ahora no llegamos a un 1,5 litros; así que estamos un poquito retrasados. En cuanto al tambor vacío, está en dólares y su costo siempre era equivalente a un 10% de lo que lleva adentro, pero hoy es casi un 18%”, concluyó.
Otros costos que puede tener la actividad son las curas anuales para evitar la varroa, un ácaro que puede llegar a afectar la salud de las abejas; e insumos como la cera o cera estampada, y el azúcar u otros nutrientes para la colmena si es invierno, cuando baja la floración.