El aislamiento social obligatorio dispuesto por el Gobierno nacional a partir del 20 de marzo no permitió durante un mes la tarea de quienes toman el consumo de electricidad en los medidores, por lo que las distribuidoras se vieron obligadas a facturar en base a una estimación
El titular del Ente provincial regulador de la energía (EPRE), José Carlos Halle, informó que los reclamos por este procedimiento no superaron el centenar.
“Cuando no se puede medir, el contrato de concesión faculta (a las distribuidoras) al estimativo, que es tomar el mismo período del año anterior y sobre eso calcular” el consumo en megawatts y el cobro, explicó el funcionario.
Luego, consignó que ha habido “reclamos puntuales” que se resuelven a nivel de las distribuidoras, ya sea la principal de Entre Ríos, la estatal Enersa, o las cooperativas que prestan el servicio en varias zonas de la provincia.
Los casos que se han presentado hasta el momento son personas que deshabitaron viviendas y les llegan facturas como si hubiesen consumido electricidad viviendo allí. O de estudios de profesionales que no estuvieron trabajando durante la cuarentena y se les facturó en base al consumo que tuvieron durante el año pasado, cuando sí estaban en actividad.
El titular del EPRE subrayó que no son más de 100 las quejas que se han recibido en las distribuidoras hasta el miércoles de esta semana (sobre una población de 500 consumidores) y que no han sido “mayores” los inconvenientes que se han generado.
Halle indicó que, desde el 20 de abril aproximadamente, Enersa está midiendo con normalidad según el procedimiento habitual. (APFDigital)