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La mayoría de los homosexuales se ven y se comportan como cualquier otra persona», dice el texto que generó el enojo de los alumnos que habían demandado educación sexual en las aulas.

Alumnos de la escuela religiosa Instituto Cristiano Evangélico Bautista se quejaron por el reparto de una guía homolesbofóbica que «enseña a tratar a los homosexuales», luego de demandar la necesidad de recibir educación sexual.

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La guía indica que los homosexuales son promiscuos: «El estudio más grande y completo sobre los homosexuales masculinos, realizado por Martin Weib y Colin Williams (1974), demostró que el patrón modal (más común) para el hombre homosexual, durante su vida, consiste en tener 1.000 o más compañeros sexuales diferentes», señala el texto.

«Nunca trates de asistir a un homosexual tu sólo. Hazlo junto a dos o a tres personas más; si involucra ambos sexos mejor. Evita los encuentros prolongados y en lugares privados», reproduce Análisis Digital.

En los panfletos puede observarse un discurso que manifiesta la lesbo y homofobia, rozando la violación de leyes que combaten la discriminación por la condición sexual de las personas. «Una persona es homosexual porque decide serlo. No es una enfermedad, no se trata psicológicamente. Hoy, los mismos homosexuales piden no ser discriminados, ya que siendo perfectamente normales han adoptado una vida homosexual. A veces, detrás de la homosexualidad existe un gran temor hacia el sexo opuesto y se refugian en la homosexualidad para no enfrentar ese temor», asegura el escrito que provocó el enojo d ellos alumnos.

La fotocopia se pregunta -entre otras cosas- si «¿es posible saber quien es homosexual?» y luego se responde: «Muy dificilmente. La verdad es que la mayoría de los homosexuales se ven y se comportan como cualquier otra persona. Es posible trabajar junto a un homosexual por años y nunca saberlo».

En el documento se citó el Informe Kinsey, realizado en Estados Unidos durante la década del 50 para referirse a presuntos datos que dan muestra, según las autoridades del instituto, de la cantidad de homosexuales que hay en el mundo: «Cerca del dos por ciento de los hombres y algo menos del uno por ciento de las mujeres son nada más que homosexuales».

«Los homosexuales hacen las mismas cosas, en lo erótico, que los heterosexuales. La única cosa que es diferente a cerca del acto sexual es que los dos compañeros son del mismo sexo», expresa el panfleto.

Luego, se preguntó: «¿Puede una persona dejar de ser homosexual? ¡Si que puede!» reza el texto repartido entre alumnos de la escuela Bautista. «La función sexual es aprendible, entonces todas las desviaciones son corregibles sobre la base de un sistema de aprendizaje», agregó el texto que enseguida aclaró: «Siempre y cuando el sujeto en cuestión esté dispuesto».

«No aceptar a los homosexuales»

«¿Debe aceptarse la homosexualidad? No. La homosexualidad atenta contra el plan de Dios para el hombre. La Biblia la condena de manera terminante. La homosexualidad es una práctica pecaminosa. En la tradición del Antiguo Testamento, la actividad erótica entre miembros del mismo sexo era considerada una abominación religiosa que ofendía a Dios y exigía castigo drástico», señaló el polémico panfleto. En esa línea, aseguró que la homosexualidad es pecado «porque la Biblia lo define como desagradable ante los ojos de Dios».

Pero la polémica no se reduce, simplemente, al desprecio por la comunidad homosexual sino que también da muestra de expresiones de transodio: «¿Qué prácticas sexuales prohíbe la Biblia? La homosexualidad: atracción sexual y afectiva hacia el mismo sexo; El travestismo: es la exitación o gratificación sexual usando ropas y actuando como el sexo contrario; La zoofilia: es la relación sexual con animales».

En el apartado 3, el polémico texto pretende dar consejos a los alumnos para vincularse con personas homosexuales: «¿Cómo tratarlos?», se preguntó el documento. «Recordando que Dios ama al pecador, pero condena al pecado. Jesús estuvo cerca de los marginados y las minorías excluídas de la sociedad, los amó verdaderamente. No por ello consintió sus pecados. A la mujer adúlterale dijo: ‘No peques más’. Nuestro proceder debe ser imitar el del maestro. Entender, amar, sin por ello aprobar».

«Y hay algunos consejos de carácter práctico que te queremos dar: Nunca trates de asistir a un homosexual tu sólo. Hazlo junto a dos o tres personas más, si involucra ambos sexos mejor; No tienes porque tener intimidad para ministrarlo. Evita los encuentros prolongados y privados; No aceptes invitaciones para charlar en lugares donde estén sólos y esto por un simple motivo: para evitar casos de seducción como los que lamentablemente vivimos, de chicos homosexuales que venían a buscar ‘amigos’ dentro de las iglesias y por no haberlo dicho, algunos adolescentes confundidos, tristemente se vieron seducidos», asegura el instructivo.

A continuación, da tips homofóbicos para referirse en las conversaciones: «Ser homosexual es pecado. Jesús ama su vida, recuérdale una y otra vez que Jesús estuvo cerca de los marginados y las minorías excluídas de la sociedad. Dile que la iglesia no lo discrimina, preséntale la libertad que Cristo puede darle para vivir una sexualidad conforme al plan de Dios».

«Para reflexionar: hoy es tiempo de dejar toda hipocresía y mostrar que nuestra justicia no es mejor que la de ellos, pero que tenemos un camino más excelente: el amor en la persona de Jesús. Cuándo él estuvo en la tierra, no andaba buscando adúlteros y fornicarios para quemarlos en la hoguera, sino que se encontró con la mujer adúltera, la defendió de sus victimarios pero sin omitir su culpa. ¡No bajemos los brazos, denunciemos este pecado pero mostremos amor por los homosexuales, ellos lo necesitan!», finaliza el texto.

 

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