La principal productora de pollos del país, Granja Tres Arroyos (GTA), obtuvo la autorización del gobierno para iniciar un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) en su planta de Ezeiza, antes conocida como Cresta Roja, con el fin de reducir los costos operativos en medio de la difícil situación económica del sector.
No obstante, hay otras en la mira, por lo cual esto genera incertidumbre en los trabajadores que se desempeñan en las plantas que la firma tiene en Concepción del Uruguay.
Se trata de la cuarta empresa que solicita este mecanismo en los últimos meses, luego de que la cerealera Vicentín lo presentara la semana pasada y Aerolíneas Argentinas amenazara con seguir la misma medida en noviembre. El sector de los neumáticos también había solicitado procedimientos similares a través de FATE y Bridgestone en julio.
En este contexto, el PPC solicitado por Granja Tres Arroyos tiene como objetivo reducir los costos laborales y paliar los “sobrecostos” que enfrenta la industria avícola. Los empresarios del sector mencionan varios factores que afectan su competitividad, como el tipo de cambio poco favorable, salarios más altos que los de Brasil, y la carga tributaria que encarece las exportaciones. Por su parte, en Brasil la moneda se devalúa, lo que les da una ventaja frente a las exportaciones argentinas.
Habría pedido 700 despidos
De acuerdo con las fuentes oficiales, «el procedimiento de crisis está vigente, estamos ayudando para que se conserven la mayor cantidad de empleos, todavía no hay definiciones». En este sentido, Granja Tres Arroyos habría solicitado el despido de hasta 700 trabajadores o bien el descuento de pagos adicionales equivalentes al 21% de los sueldos.
El PPC es un mecanismo legal que permite a las empresas despedir o suspender personal en situaciones de fuerza mayor o razones ajenas al empleador.
Produce alrededor de 700.000 pollos por día
Granja Tres Arroyos, fundada en 1965, emplea a unas 7.000 personas entre Argentina y Uruguay y produce alrededor de 700.000 pollos por día, lo que representa el 20% de la producción nacional. Además, la empresa exporta el 25% de su producción a 67 países, con una facturación anual que asciende a 1.300 millones de dólares.
Sin embargo, la compañía atraviesa un proceso de reestructuración que incluye despidos y una reducción significativa de empleos en su planta de Ezeiza, conocida como Wade 1, que fue adquirida por GTA en 2018 tras la quiebra de Cresta Roja.
En los últimos años, la firma de Joaquín de Grazia ha enfrentado varios desafíos, entre ellos la pérdida del acceso al mercado chino luego de la aparición de la gripe aviar en 2023. Este mercado representaba una parte significativa de sus exportaciones, y su cierre implicó una pérdida de 160
millones de dólares para los exportadores de pollos, afectando directamente a Granja Tres Arroyos.
Según la empresa, esta situación la obligó a reducir sus exportaciones del 33% al 25% de su producción. Además, la compañía argumenta que los costos internos, como los salarios y los impuestos, son un factor clave en la crisis actual.
Joaquín de Grazia, en una reciente entrevista, señaló: «Me preocupa la rapidez en que el dólar no se actualiza y la rapidez con que bajen impuestos para que el tipo de cambio sea más cercano a una competitividad. Vamos teniendo un problema de competitividad, tiene que ver con costos internos y el valor del dólar, es fácil decir que el dólar tendría que estar más alto, por supuesto que pega en el índice de inflación y es lo que el gobierno no admite, pero debe haber un equilibro entre los que nos cuesta a nosotros y a cualquier país que nos rodea producir 1 kilo de pollo».
El foco, en la planta de Ezeiza
El conflicto entre Granja Tres Arroyos y sus trabajadores se centra principalmente en la planta de Ezeiza. Según fuentes cercanas a las negociaciones, los empleados afirman que la planta está siendo abandonada mientras las otras instalaciones siguen operando «a tope».
«Solamente Capitán Sarmiento faena 230.000 pollos por día con mucho menos personal. El argumento es que hay una crisis y que viene de largos años, pero la producción en las plantas viene en alza con poco personal, lo que ofrecen son bajas salariales y 700 despidos», aseguró una fuente interna de la empresa.
En medio de este conflicto, el gobierno destacó que el sector avícola sigue siendo competitivo en términos de exportaciones. Según la Secretaría de Agricultura, las exportaciones avícolas aumentaron un 20% en volumen y un 26% en valor entre enero y octubre de 2024, pasando de 129.000 a 154.000 toneladas. Sin embargo, los empresarios del sector continúan reclamando por los costos internos y la presión de un tipo de cambio desfavorable, lo que afecta tanto a la competitividad como a la viabilidad de las empresas.