Fernando Burlando, que representa a Sergio Urribarri en el megajuicio por hechos de corrupción, recusó a dos vocales del STJ. Los motivos
El equipo legal de Fernando Burlando, que asumió la defensa del exgobernador Sergio Urribarri en el marco del megajuicio por supuestos hechos de corrupción, realizó un pedido de recusación contra dos de los tres vocales de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Gisela Schumacher y Miguel Ángel Giorgio
Los voceros de Urribarri habían expresado con anterioridad que estaban «en presencia de una gigantesca causa armada» y que el abogado mediático pediría también «acciones penales y pedidos de juicio político». La defensa habría entendido que podrían existir evidencias comprometedoras contra los magistrados ya que el proceso «estaría plagado de irregularidades».
Por otro lado, el equipo de Burlando estaría evaluando una nómina de testigos que estarían dispuestos a declarar en caso de que se concreten las acciones judiciales y administrativas. Al respecto, Burlando no dio más precisiones pero aseguró que «la sentencia condenatoria contra el ex mandatario está plagada de irregularidades y viola un sinnúmero de preceptos vigentes tanto de la Constitución Provincial, de la Constitución Nacional y múltiples artículos del código de procedimiento penal en Entre Ríos».
Además, Data Base informó que próximamente podría ingresar un pedido formal de juicio político contra Schumacher y Giorgio. Para esto, se habrían mantenido comunicaciones entre diputados y senadores de la oposición que estarían acordando con ciertos sectores oficialistas que podrían dar luz veces del ingreso de los pedidos contra los magistrados.
Se recordará que el abogado mediático anunció que asumiría por primera vez la defensa de un caso donde el involucrado es un ex funcionario público. «Tomé esta decisión luego de enterarme por colegas de Entre Ríos lo que estaba sucediendo con Urribarri, que es una verdadera aberración jurídica», había expresado Burlando y consideró que el ex gobernador «ha sido sometido a un escuadrón de fusilamiento judicial, político y mediático, con investigaciones y juicios plagados de arbitrariedades».