Desde la entidad piden que se investiguen los atentados a silo-bolsas de productores de la región.
Mediante un comunicado la Federación Agraria de Crespo expresa su repudio por daños sufridos en los silo-bolsas de productores de la región.
Desde la Filial de Crespo de Federación Agraria no podemos callar nuestra voz y expresarnos frente a una situación que consideramos de muchisima importancia para poder vivir en paz, trabajar en paz y desarrollar y crecer en paz con nuestros proyectos de familias rurales.
Una definición de terrorismo dice que es una «forma violenta de lucha política, mediante el cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de terror e inseguridad susceptible de intimidar a los adversarios o a la población en general».
Esa forma violenta de lucha consiste en realizar daños a personas, propiedades, bienes, instalaciones, en forma indiscriminada para generar un clima de inseguridad y terror.
El terrorismo entonces trabaja con el pensamiento maquiavélico de que el «fin justifica los medios» y no duda en causar ese daño que puede alcanzar hasta la muerte de cualquier persona o la destrucción de bienes materiales, instalaciones, edificios y demás.
Una característica deplorable que podemos asignar al terrorismo entre otras es ser un acto cobarde ya que realiza contra terceros que están indefensos o que son sus rivales políticos o ideológicos directos.
La rotura de silos bolsas, según las circunstancias, se puede llegar a perder un recurso económico de gran valor para la Nación. No solo se hace perder al propietario de esos granos o forrajes parte de la riqueza generada de una actividad legítima productiva, sino que atenta contra el Estado y la sociedad toda. Especialmente en nuestro país, más de la mitad del valor que representa esa mercadería se transforma en recaudación impositiva y pago de servicios comerciales y financieros que son el combustible del sistema económico vigente.
Con la rotura de las bolsas, los terroristas roban al propietario de su propiedad del Estado parte de su recaudación y al resto de los actores económicos parte de sus ganancias. Además, paradójicamente, roban a las personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica, parte de los subsidios que les otorga el Estado los cuales provienen de las retenciones e impuestos que paga el propietario de la mercadería en cuestión.
La rotura de los silos bolsas que está ocurriendo, no deben ser considerados hechos aislados y de menor importancia, sino como verdaderos atentados terroristas contra el orden democrático establecido y contra la sociedad toda. Por lo tanto, deben ser investigados por la justicia, denunciados por los testigos y repudiados por la sociedad en su conjunto.
La experienca histórica demuestra que el terrorismo sólo agrega a la sociedad más daño que beneficios.
(FAA Crespo)