El presidente de la Federación Veterinaria Argentina, Federico Berger, aclaró los principales puntos del decreto que autoriza a los profesionales matriculados a prescribir medicina humana para animales de compañía.
Luego de la reunión en la Quinta Presidencial entre Alberto Fernández y los principales dirigentes de las entidades profesionales sobre el decreto firmado el pasado 4 de abril, las repercusiones en medios y redes sociales trajeron más dudas que certezas sobre la naturaleza de esta resolución.
En una emisión en vivo en el Instagram de MOTIVAR, el presidente de la Federación Veterinaria Argentina, Federico Berger, aclaró los alcances del decreto 185/2023: “Esta situación, que se da principalmente en las grandes ciudades, necesitaba ser regularizada. El decreto sólo viene a legalizar la receta del veterinario en la farmacia de medicina humana”.
El dirigente resaltó las limitaciones que aún persisten en materia de comercialización: “las farmacias siguen sin poder vender productos veterinarios, así como tampoco un veterinario puede poner en sus estanterías productos para humanos”. Además, puso en relieve la normativa del Senasa en este aspecto, “la cual indica que el veterinario que utiliza un medicamento de uso humano en un animal, lo hace bajo su estricta responsabilidad y con el debido seguimiento”.
En conclusión, el presidente de la FeVA señaló que “al momento de prescribir un medicamento al tutor o incorporarlo para su uso en la clínica, el veterinario matriculado ahora cuenta con un marco legal para hacerlo”. Y agregó: “Estamos dispuestos a trabajar en conjunto con la industria veterinaria y los profesionales para reglamentarlo de la mejor manera, tal como lo especifica el artículo 2 de este decreto”.
Por otro lado, Berger calificó la reunión en Olivos como “histórica”, ya que “en los 40 años de la Federación, es la primera vez que un presidente recibe a la profesión veterinaria” y aprovechó la oportunidad para renovar ante el mandatario el pedido de reconocimiento de los veterinarios como agentes primarios de salud. “Alberto Fernández desconocía esta situación”, sentenció.