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Diego Giménez es referente del Centro Recreativo y Cultural Ferroviario adentro y afuera de las canchas. Es que además de ser uno de los buenos jugadores de la institución, integra la comisión directiva de la entidad que preside Adrián Fernández.
Sobre sus inicios en este deporte, comentó que “No recuerdo bien a qué edad empecé dentro de una cancha, lo que sí, tengo claro que desde muy chico ya tirábamos bochazos en un baldío, al lado de casa. Tal vez unos 11 años tenía cuando empecé en una cancha. Viene el deporte de familia, ya que mi abuelo jugaba y de ahí siguieron mis hermanos mayores, donde nosotros siempre acompañábamos”, recordó.
Al analizar lo que representan las bochas para él, Diego Giménez opinó que “Lo lindo que tiene esta disciplina es que es un deporte sano, para todas las edades, tanto para los abuelos como para sus nietos, traspasa todas las edades. Requiere de mucha concentración y precisión, eso siempre y más allá de la edad. Recorriendo muchos clubes en distintas ciudades vas sumando amigos y eso es algo lindo. He tenido la suerte de jugar y ganar certámenes provinciales, tanto de  juveniles como de mayores, también de participar en un Campeonato Argentino en Tucumán, y lo que recalco es que lo más importante de este de deporte es el respeto que se tiene adentro de una cancha entre los jugadores y muchos amigos”.
Crecimiento permanente
Sobre el nivel que tiene la disciplina, Giménez indicó que  “A nivel local hay buenos jugadores, varios jóvenes. Y en la asociación hay muchos jugadores que sobresalen, pero domingo tras domingo son distintos los que se destacan, porque es todo muy parejo”.
En relación a lo que el Centro Recreativo y Cultural Ferroviario significa en su vida, el jugador y dirigente planteó que “Ferro es donde empecé, es mi familia. Cuando uno va a competir siempre hay uno afuera haciendo el aguante, la gente apoya todos los domingos, siempre están tirando todos para el mismo lado. Y si son muchos, se hacen sentir”, contó, entre risas.
Orgulloso de la actualidad del Ferro, Diego reconoció que “Nuestro club hace un tiempo que viene creciendo mucho, se armó una comisión con muchos jóvenes y otros con ya varias experiencias y con grandes proyectos que parecían lejanos, pero que con mucho esfuerzo de toda la gente del club se están llevando adelante”.
Agregó que “Cuando me propusieron integrar una lista para la comisión no lo dudé. Se está terminando este mandato con experiencias inolvidables tanto para mí como para el club, ya que estuvimos presentes en algunos eventos donde nunca el club había estado. Por ejemplo, realizamos campeonatos entrerrianos y no hace mucho un Argentino, que es una recompensa por todo lo bueno que vinimos haciendo. Había otra sede y se inclinaron por nosotros”, dijo.
Con nostalgia, destacó que “Me hubiese gustado compartir este deporte con mi abuelo, ya que él siempre me decía que me iba a enseñar, pero no tuve la suerte. Seguí los pasos de mi hermano mayor, teniéndolo siempre como referente. Ahora somos tres los que jugamos. Se discute, pero se disfruta jugar con los hermanos”.
Diego tiene en su corazón a su referente. Y tal vez, sin darse cuenta, él, pese a ser un joven jugador y dirigente, ya se transformó en referente para muchos en Ferroviario también. Nadie le regaló nada. Todo lo ganó a fuerza de constancia y dedicación.

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