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La ley tuvo media sanción en Diputados y este jueves tuvo la aprobación de los senadores. El jabalí, el chancho asilvestrado y el ciervo axis vienen causando daños en Entre Ríos y gran parte del noreste argentino.

 

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Es ley el proyecto que declara plaga a varias especies en Entre Ríos con el fin de prevenir los daños causados por estos animales silvestres. Se trata de los jabalíes, los ciervos axis y los chanchos asilvestrados que, al no tener predadores naturales ni regulación en la cadena trófica, han proliferado de manera descontrolada la mayor parte del Litoral argentino.

En el último mes del año 2024, la Cámara de Diputados de Entre Ríos había aprobado por mayoría la declaración de plagas de tres especies animales que vienen causando crecientes y severos daños a la fauna autóctona, a la producción agropecuaria, a la salud de la población rural y a los animales domésticos en el campo. Y este jueves, el Senado también la aprobó.

«Es una extraordinaria noticia para los productores, los transeúntes y para la población en general», dijo Nicasio Tito, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos.

El proyecto, cuya autoría pertenece a la diputada Gabriela Lena, habilita la caza controlada de las tres especies con fines de control poblacional y mitigación de los daños.

Ahora, el Poder Ejecutivo de Entre Ríos deberá reglamentar la caza y el control del destino de los ejemplares capturados de esos animales en el territorio provincial. Esto último es especialmente importante para prevenir la triquinosis, enfermedad que aumentó notablemente debido a la elaboración de chacinados y embutidos con carne de jabalíes y chanchos salvajes cazados en el campo por los pobladores locales.

“Tenemos una superpoblación que causa graves daños en cultivos y en la ganadería, así como en nuestra fauna y flora autóctonas. Con esta declaración de plagas estamos autorizando al Ministerio a reglamentar mayores cupos de caza controlada y realizar convenios con otros organismos como Senasa e INTA para controlar la transmisión de enfermedades como la triquinosis”, explicó Lena luego de obtener la media sanción por mayoría en la Cámara de Diputados.

«Entre estas especies, la que más preocupa es el jabalí. Originario de Europa, está incluido en la lista de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Su acción de hozar, es decir remover la tierra con el hocico, para depredar semillas, afecta directamente los suelos y cultivos de los trabajadores rurales; existiendo casos también de destrozo de silobolsas», señaló el coordinador provincial de Políticas Agropecuarias, José Carlos Basaldúa al momento de analizar el proyecto.

Ahora, el Ministerio de Desarrollo Económico será el encargado de reglamentar las modalidades de licencia y permisos de caza, zonas habilitadas, temporadas, cupos para la caza de las especies exóticas invasoras, garantizando su control y supervisión.

Ya en noviembre, la provincia de Entre Ríos había ampliado el número de los tres animales exóticos que se podían cazar de manera deportiva, llevándolo hasta cuatro jabalíes, tres ciervos axis y un antílope negro por cazador autorizado y por excursión. Asimismo, habilitó el transporte de tres jabalíes y ciervos axis, y un antílope negro como máximo por persona habilitada y por excursión.

«Son especies reconocidas por la comunidad científico técnica y por los productores agropecuarios como perjudiciales en campos de cultivos y deterioro de bosques nativos, causando pérdidas económicas por el daño en las chacras, además al ganado y a fauna nativa. Asimismo, desarrollan una fuerte competencia por espacio y los recursos naturales con la fauna nativa», argumentaron en la modificación de la norma.

Animales que provocan daños

Desde hace algunos años, en las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Formosa y Misiones, vienen creciendo aceleradamente las poblaciones de estas tres especies exóticas invasoras y, según indican los agricultores y ganaderos del noreste argentino (NEA), están provocando serios perjuicios ambientales, productivos y económicos.

Estos animales circulan de campo a campo llevando parásitos y plagas de un campo a otro. Además, han producido un corrimiento de la fauna autóctona. El ciervo axis está desplazando al ciervo de los pantanos local, y el chancho silvestre a los teros, ñandúes y perdices ya que se alimentan de los huevos que ponen estas especies.

Los jabalíes y chanchos salvajes constituyen un serio perjuicios para la producción ganadera ya que atacan y matan a corderos, terneros, caballos y perros. Además, los chanchos silvestres son capaces de llevarse hasta un 30% de la comida de los silos de autoconsumo.

“El jabalí y el ciervo están causando grandes problemas. A nivel sanitario, ambos transmiten enfermedades a los animales de la producción; y el jabalí, como se lo caza y se lo usa para hacer embutidos, también transmite la triquinosis al ser humano. Es un problema importante porque son animales salvajes y no le hacen ningún tipo de control bromatológico”, contó el médico veterinario José Colombatto, vicepresidente 1° de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) e integrante de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER).

En agricultura, los chanchos asilvestrados atacan y destruyen a los cultivos de maíz, arroz y trigo, generando grandes pérdidas económicas.

“El chancho hace estragos, rompe todo, imagínate si te lo hace un día lluvia en el que no podés sacar el maíz y reembolsarlo. Hoy solo una bolsa para maíz cuesta 400 mil pesos la bolsa, además, cuesta alrededor de 1,5 millón el embolsado, y si le sumás el producto que está adentro estamos hablando de 40 millones de pesos de pérdida, así que imagínate el daño que te puede hacer un animalito de esos un día de lluvia”, dijo Raúl Sobredo, un ganadero del sur entrerriano, damnificado por la especies invasoras.

El ciervo axis, que es plaga en Entre Ríos, devora los verdeos y el trigo; ingresa en los sembradíos destruyéndolos; y rompe los alambrados eléctricos. Además, está dispersando en forma alarmante las semillas de acacia negra o tamarindo, un árbol invasor de muchas y grandes espinas, que una vez que se desarrolla, no permite ni la siembra ni el ingreso del ganado, transformando a los lotes en monte improductivo.

Por otra parte, los jabalíes representan un gran riesgo para los habitantes del campo ya que atacan a las personas que recorren los campos de a caballo o a pie y están causando numerosos accidentes de tránsito al cruzarse repentinamente en los caminos rurales, publicó Clarín.

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