Jorge Ignacio Heinze luego de despedirse del hospital mendocino donde estuvo internado y partir hacia Buenos Aires escribió una carta en agradecimiento. «Fueron parte de mi resurrección». El muchacho sufrió la amputación de una pierna
El pasado 9 de diciembre, Jorge Ignacio Heinze, sobrino del reconocido exfutbolista entrerriano, Gabriel Heinze, terminó gravemente herido, tras un accidente cuando viajaba por la Ruta 7 a bordo de un Volkswagen Gol Trend. Su pareja, quien iba manejando, perdió el control del vehículo y volcó.
El joven de 28 años sufrió fuertes golpes y heridas, por lo que debió ser trasladado al Hospital Central de Mendoza donde quedó alojado en terapia intensiva. Allí, tuvo que someterse a la amputación de su pierna izquierda por encima de la rodilla debido a complicaciones en la evolución de las heridas.
Evolución y agradecimiento
Luego de permanecer casi 20 días internado, el joven partió rumbo a Buenos Aires donde continuará su tratamiento. Pero antes de marcharse dejó una emotiva carta para el personal del nosocomio.
En la misma destaca la atención de los médicos, enfermeros y el resto de los trabajadores que lo acompañaron a él y su familia en un momento difícil.
“Todos fueron parte de la resurrección”, dice el final del escrito.
Cómo ocurrió el accidente
El pasado lunes 9 de diciembre, minutos antes de las 8, Jorge Ignacio Heinze circulaba como acompañante en un VW Gol Trend que ingresaba a Mendoza a través de la Ruta 7. La conductora era su pareja, una chica de 25 años, quien perdió el dominio del rodado y terminó volcando sobre el cantero central a la altura del kilómetro 890.
Ambos quedaron internados en el hospital Perrupato. En tanto, la conductora sufrió heridas, pero no fueron consideradas de gravedad. Aunque no corrió la misma suerte el sobrino de Gabriel Heinze. El joven, que es preparador físico, fue trasladado al Hospital Central mendocino.
Allí, tuvieron que amputarle su pierna izquierda por encima de la rodilla debido a complicaciones en la evolución de las heridas. Pese a ello, logró evolucionar y, ya sin riego para su vida, fue trasladado a un centro de mayor complejidad en Buenos Aires para seguir con los tratamientos necesarios para estos casos.
Fuente: Diario Mendoza