El Día de la Industria «se constituye en una jornada de celebración y reflexión, que permite reivindicar todo el camino recorrido por las diferentes cadenas de valor y, al mismo tiempo, trazar nuevos horizontes que impulsen a un mayor crecimiento y desarrollo de la provincia y el país», expresaron desde la Unión Industrial de Entre Ríos
Cada 2 de septiembre significa una fecha especial para quienes a diario ponen todo su esfuerzo por hacer realidad la transformación productiva. El Día de la Industria se constituye en una jornada de celebración y reflexión, que permite reivindicar todo el camino recorrido por las diferentes cadenas de valor y, al mismo tiempo, trazar nuevos horizontes que impulsen a un mayor crecimiento y desarrollo de la provincia y el país.
Los establecimientos productivos, que en su mayoría arrastran un aletargado estancamiento producto de reiteradas crisis durante la última década en Argentina, registran un recupero del uso de la capacidad instalada. Sin embargo, ello se está dando en medio de un complejo contexto económico, financiero y político que siguen generando incertidumbre.
En este escenario, la industria argentina en general, y la entrerriana en particular, se enfrentan, una vez más, ante el enorme desafío de que la recuperación productiva poscoronavirus sea sostenible y sustentable en el tiempo, además de poder avanzar en aquellos desafíos que impone la industria 4.0 y otras demandas del presente y el futuro. De todos modos, los interrogantes en el corto y mediano plazo sobre la provisión de insumos, la disponibilidad de dólares para compra de maquinaria, la demanda del consumo interno, entre otras dificultades macroeconómicas, derivan en serias dudas respecto de la continuidad de este trayecto.
Para que ello sea posible, resulta indispensable que el Estado garantice las condiciones necesarias que permitan sostener y aumentar los niveles productivos, agregar valor a partir de la incorporación de tecnología, mejorar la competitividad de las empresas para incrementar las exportaciones de manufacturas y, fundamentalmente, crear nuevos puestos de empleo privado registrado que mejoren la calidad de vida de las familias.
La construcción de consensos es la base para comenzar a dar esos pasos. Los tiempos exigen de todos los actores involucrados dejar de lado las ambiciones personales y ser más propositivos. La interrelación entre las fuerzas productivas, los gobiernos y la sociedad civil, debe ser un imperativo para alcanzar los acuerdos necesarios que redunden en políticas activas a favor de la comunidad.
Sin lugar a dudas, el potencial de la industria es inconmensurable y Entre Ríos tiene mucho que aportar. Es clave avanzar con una mirada estratégica sobre aquellos aspectos productivos, energéticos, impositivos y de financiamiento, para que esa potencialidad se traduzca en más empleo, más valor agregado y más desarrollo de nuestra sociedad. El incansable esfuerzo de todos en cada encadenamiento industrial lo pueden transformar en realidad.