El informe de maquinaria agrícola que de manera trimestral elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos confirmó que el mercado ha entrado en una fase de desaceleración, luego de dos años de continuo crecimiento.
La falta de insumos por las trabas a las importaciones y la restricción en la oferta crediticia, clave para movilizar a este sector, además de la sequía, fueron factores que impactaron en la actividad, lo que queda muy claro al observar los números relevados por el organismo oficial.
Subrayan desde el sitio Infocampo que la buena y larga racha que venían mostrando las ventas se cortó el mes pasado. Las trabas a las importaciones y las subas de tasas de interés, alguno de los factores que inciden negativamente en la actividad.
Entre cosechadoras, tractores, sembradoras e implementos, entre julio y septiembre los fabricantes vendieron 6.167 unidades, apenas 11 o 0,18% más que en igual período del año pasado.
Estas cifras contrastan con lo que fueron los trimestres anteriores: entre enero y marzo, las ventas habían aumentado 13% (736 unidades más); y entre abril y junio, 10% (420 unidades más).
Otra forma de analizar el contexto es en función de la facturación de la maquinaria agrícola, que creció 69,8%, cuando la inflación en el mismo período fue del 83%. En otras palabras, los fabricantes sufrieron una pérdida relativa de ingresos durante el tercer trimestre.
Las proyecciones más recientes del sector privado ratifican esta situación. De acuerdo a la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), en octubre se patentaron 595 unidades, un 20,8% por debajo del mismo mes del año pasado. Esa cifra se dividió en 490 tractores, 54 pulverizadoras y 51 cosechadoras.