El municipio le consiguió una pensión que compartirá con otras personas. En cambio los allegados aseguran que no es el mejor lugar por tratarse de una persona que no puede valerse por si misma y que necesita mucha contención
La historia de un joven con problemas psiquiátricos y abandonado por su familia despertó la sensibilidad de algunos vecinos, que en principio empezaron ayudándolo con comida y ropa, pero luego se pusieron al frente para peticionar al municipio que se le consiga un lugar digno para vivir.
Un grupo de vecinos desde hace un tiempo lo ayudan a un joven que sufre de un retraso madurativo con trastornos de epilepsia. El muchacho estaba viviendo en una casilla de chapa en situación precaria en Bo. Azul y este viernes en horas del mediodía el municipio ordenó el desmantelamiento del lugar y el traslado del joven a una pensión.
Vecinos de la ciudad que lo conocen dan cuenta que el joven tiene una «situación de calle» porque en este tiempo no ha vivido en condiciones dignas. Un vecino contó a SOLNoticias que la situación del joven «se agravó cuando quedó en la calle» hace dos años. Quienes lo conocen aseguran que fue echado de la casa que compartia con su madre y la pareja de ésta. Debido al cuadro psiquiátrico «no le resulta fácil conseguir trabajo», aseguran. Además cuentan que el municipio «lo ayudó un tiempo y que le dijeron que debia buscarse un trabajo». Con los pocos ingresos y ayuda de conocidos se construyó una casita de chapa en calle Malvinas, de Bo. Azul. Pero como sus ingresos son muy escasos también se lo ayuda con mercadería y ropa. Los allegados al muchacho aseguran que no quiere quedarse en la pensión que le consiguió el municipio, pero que pudieron hacerle entender que era lo mejor para él.
Consultada al respecto la Directora de Desarrollo Social, Vanesa Pusineri, explicó a SOLNoticias que el joven «recibe ayuda del municipio, hace algunas changas para solventarse; y que tiene una máquina de cortar césped que fue donada por Cáritas.» La funcionaria contó que la decisión de desmantelar el lugar fue porque había «denuncias de vecinos por las condiciones de precariedad» en las que se encontraba. Además dijo que por su condición psiquiátrica fue llevado al hospital De La Baxada para ser atendido ya que debe tomar medicación por su cuadro psiquiátrico. Luego se lo trasladó a una pensión que compartirá con otras personas y que tiene todos los servicios. «Le buscamos un mejor lugar porque no podia seguir viviendo así y pueda estar acompañado,» indicó.
Si bien el municipio tomó cartas en el asunto, los allegados al muchacho afirman que a pesar de muchas insistencias, el municipio demoró mucho tiempo en tomar una decisión y que no es el mejor lugar por encontrarse inestable emocionalmente. Lo definen como una persona que necesita de mucho afecto y contención; y que seguirán de cerca el caso porque sienten el compromiso de ayudarlo por tratarse de una persona que no puede valerse por sí misma. «Para él somos sus amigos y confía en nosotros, no tiene a nadie más,» manifestaron.
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