El Ministerio de Salud de Nación emitió nuevas definiciones oficiales sobre casos sospechosos de reinfección y también caso probable de reactivación viral ante el covid 19.
El Ministerio de Salud de la Nación difundió un documento titulado «Recomendaciones para el manejo de casos de reinfección y reexposición de SARS-CoV-2», que hace referencia a las reinfecciones.
El texto se suma al protocolo general del manejo de la pandemia en el país. Las nuevas definiciones son «caso sospechoso de reinfección» (con sus variantes «probable» y «confirmado») y, también, «caso probable de reactivación viral». Por ahora (porque todo el tema está en «veremos»), la diferencia entre esos rótulos reside en un corte temporal que algunos expertos ya están cuestionando.
Según Salud, si el cuadro se reinicia dentro de los 45 días será considerado sospechoso de «reactivación viral». Si ocurre después podría ser una «reinfección».
Lo de la reactivación viral parece nuevo. Quien con infinita paciencia aclaró estas cuestiones a Clarín fue Jorge Quarleri, experto en virología, investigador Principal de la UBA-Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS).
«Si miraras la película de la detección del virus por PCR, en estas reactivaciones deberíamos graficar una curva con ‘dos picos’ separados por un período de -por lo menos- 45 días. Cada pico sería una PCR con genoma detectable. El coronavirus puede disminuir su replicación a bajísimos niveles, por lo que podría transitoriamente no ser detectado por los métodos de laboratorio», detalló.
¿Qué dice Salud sobre las chances de tener un segundo cuadro de coronavirus? El texto parte de la premisa de que «en todo el mundo» reportaron casos «de RT-PCR positiva para SARS-CoV-2, luego de la recuperación clínica de un episodio inicial y de la presencia de al menos dos tests negativos por RT-PCR, durante el período de convalecencia».
Citan siete casos: dos de Estados Unidos, uno de Hong Kong, uno de Bélgica, dos de India y uno de Ecuador. En todos hubo una «primera» y una «segunda» vez.
Cinco fueron sintomáticos la primera vez, y dos, asintomáticos. En la segunda ronda, los asintomáticos se mantuvieron igual; mientras que uno de los que había sido sintomático manifestó la enfermedad sin síntomas, y el resto, sintomáticos en la primera vuelta, transitaron la virosis, la segunda vez, de forma más severa.
¿Cómo interpretar estos episodios secuenciales? El texto de Salud explica que, o son una muestra de que algunas PCR dan falso negativo; o evidencian casos de reactivación viral; o son reinfecciones.
Terreno resbaloso
Antes de seguir, un par de conceptos importantes que plantearemos de forma simplificada, sin los grises infinitos que parecen dominarlo todo.
Hay básicamente dos grandes vías para dar lugar a una reinfección viral: 1) que tras la primera infección el organismo «falle» y no genere un robusto frente inmunológico que le permita defenderse la siguiente vez (o que lo genere, pero la armadura se debilite o, directamente, se desintegre), y 2) que el virus reaparezca «disfrazado» y engañe a nuestro organismo, lo que a Quarleri le gusta contar usando una metáfora futbolera: «Como si se pusiera la camiseta del mismo equipo, pero con otro número».
Lo cierto es que el sistema inmune es un complejo mundo paralelo. Por un lado está la respuesta inmune innata, que no tiene «memoria» y es lo más parecido a la acidez que genera el estómago para matar los microorganismos de los alimentos. Luego está la que nos importa en esta pandemia: la respuesta inmune adaptativa, que se separa en dos «brazos».
El primero es la respuesta inmune adaptativa humoral, que está en los «humores», los líquidos del cuerpo. «El efector que lleva adelante esa acción inmunológica son los anticuerpos, proteínas solubles que viajan en nuestros líquidos. En este proceso participan los linfocitos B», detalló Quarleri.
Por otro lado están los linfocitos T, que median en la respuesta inmune adaptativa celular. «Estos linfocitos T luego ‘ayudan’ a los otros, los linfocitos B, que intervienen en la generación de anticuerpos», agregó.
Si tiene sentido dar tanto detalle es porque el texto de Salud se enfoca en esas respuestas (humoral y celular) y despliega conclusiones provisorias en base a un hecho que parece central: algunas personas desarrollan buena respuesta humoral; otras, una buena respuesta celular; otras un poco de las dos… y otras, nada.
La conclusión más desalentadora del pdf es que «la concentración de anticuerpos neutralizantes frente al virus parece disminuir a lo largo del tiempo, particularmente en aquellos que desarrollan infecciones asintomáticas o leves».
Se explica que «la magnitud de la respuesta inmune mediada por linfocitos B estaría relacionada con la severidad de la infección; los sujetos con episodios de primera infección leve o asintomática presentan menores títulos de anticuerpos respecto de aquellos que padecen un cuadro de mayor severidad».
Pero todo está en «veremos».
Quarleri fue clarísimo: «Nuestra ansiedad está evaluando la respuesta en meses. Debemos evaluarla en años. Podemos acelerar algunos procesos (como el desarrollo de una vacuna), pero no podemos pedirle lo mismo a la respuesta inmune: ella hace su trabajo en cada individuo conforme a sus tiempos».
Así, apunt, mientras no es una locura suponer que «los individuos que experimentan infecciones asintomáticas montarían una respuesta inmune más débil que aquellos que experimentan una enfermedad más grave», hay que considerar que el número de casos de reinfección «no es suficiente para generalizar la duración de la inmunidad a escalas de población o la gravedad de la infección repetida».
Protocolo
Mientras es innegable que el de las reinfecciones es un tema «verde», algún protocolo era necesario redactar, de modo de orientar al personal involucrado en el abordaje de estos casos.
¿Cómo se definirá que una persona sea «caso sospechoso de reinfección»? Salud recomienda ponerle esa «etiqueta» a quien tuvo coronavirus, se curó y obtuvo un par de PCR negativas, pero pasados 45 días o más, sin síntomas claros, vuelve a tener una PCR positiva. Si además del test positivo tiene síntomas compatibles con Covid, será visto como «probable de reinfección».
Y para ser rotulado como «confirmado», los requisitos no son pocos: a) tener síntomas compatibles, b) una PCR positiva, y c) estudios de laboratorio que, por análisis comparativo genómico del SARS-CoV-2 del primer y del segundo episodio, evidencien la presencia de distintas variantes, linajes o cepas del virus.
Suena bien, pero todo está en estudio. La información es contradictoria. Ni siquiera Quarleri pudo confirmar que las reinfecciones solamente se generen por variantes del coronavirus. Esas de las que el organismo no tiene memoria. (Fuente: Clarín)